Enrabietados contra el Almería

La frustración se apoderó de los jugadores del Barça al finalizar el encuentro contra el Valencia a domicilio

El miércoles, frente al colista de LaLiga, tienen la oportunidad de redimirse para cerrar el 2023 con un mejor sabor de boca

Xavi: "El problema es de efectividad, no puedo decir mucho más"

Xavi Hernández habló en rueda de prensa tras el empate en Mestalla / PERFORM

Adrià Fernández

Adrià Fernández

Caras largas, miradas hacia el horizonte. Incredulidad y frustración. Los jugadores del Barça no daban crédito al escuchar el silbato final de Ortiz Arias en Mestalla. El empate 1-1 frente al Valencia supo a poco. Muy poco. Los de Xavi hicieron méritos para viajar de regreso a Barcelona con los tres puntos, pero sin goles no hay paraíso.

El Barça hizo méritos para obtener el triunfo en Valencia. Las sensaciones y el juego imprimidos en el césped de Mestalla fueron superiores a las demostradas frente al Girona en Montjuïc y contra el Amberes en tierras belgas. Pero no fue suficiente y los blaugrana encadenaron el tercer partido consecutivo sin sumar los tres puntos.

Y no será por ocasiones: la volea de Lewandowski, la de Pedri desde la frontal, el disparo de Gündogan de primeras en interior del área que no cogió puerta, la de Ferran a los segundos de entrar al verde, el uno contra uno de Raphinha con rechace incluido... No hubo manera.

Sin efectividad y con fragilidad en defensa

Cabizbajo acabó el partido Xavi Hernández. Resignado. "El resumen de la temporada es que no sentenciamos los partidos, debemos ser uno de los peores equipos de Europa en efectividad", comentó de manera contundente el técnico blaugrana en el postpartido. Y razón no le falta.

La falta de efectividad y la fragilidad defensiva están siendo los dos mayores enemigos del Barça esta temporada. Dos aspectos clave del juego para poder ganar.

Dos aspectos que, muy probablemente se paseaban por el subconsciente de Kounde y Araujo, débiles en el gol de Guillamón. También la cara de Lewandowski, Pedri y Ferran era un poema. Quizá recordaban las ocasiones erradas. El que escenificó más explícitamente su hastío fue Raphinha: escondió el rostro en su camiseta, se tiró al suelo y se quedó sentado lamentándose y negando con la cabeza.

La hora de la reacción

El Barça tendrá el miércoles por la noche una nueva oportunidad para redimirse. La última para cerrar el 2023 con un buen sabor de boca. Se trata del último partido oficial del año y será en casa contra el colista de la competición doméstica: el Almería. Una ocasión de oro para unir sensaciones y resultado, además de calmar las aguas en Can Barça.

Tras este encuentro, directamente, el equipo viajará a Dallas para disputar un partido amistoso contra el Club América. Después, momento para las vacaciones navideñas y un nuevo 'tourmalet'.

Tres competiciones en menos de dos semanas: visita a Las Palmas en Liga, debut en la Copa contra el humilde Barbastro y turno para la Supercopa en Arabia frente a Osasuna con una hipotética final ante Real Madrid o Atlético. Pero antes, hora de reaccionar con el Almería y momento de aprovechar para revertir la frustración.