Confidencial SPORT

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La emocionalidad de Laporta precipitó los acontecimientos

La hoja de ruta del presidente pasaba por mantener la calma hasta el término de la temporada y entonces decidir

'Jan', que se guía más por el corazón que por la cabeza, no pudo aguantar su estado de decepción con Xavi

Laporta guarda silencio tras ser preguntado sobre el futuro de Xavi

David Bernabéu

Jordi Carné

Jordi Carné

El FC Barcelona se ha adentrado en el estado de crisis institucional tras la victoria en campo del Almería, un triunfo que prácticamente garantiza la segunda plaza en el campeonato. La tarde de este jueves arrancó enrarecida y se fue 'calentando', aunque el punto más alto del nuevo terremoto en torno a la figura de Xavi llegó este viernes por la mañana, cuando RAC-1 informó de que Joan Laporta ya ha decidido prescindir del técnico a final de temporada.

La jornada de este viernes está siendo intensa no, intensísima. Las informaciones se van sucediendo a la espera de una resolución final a un caso que parecía haberse zanjado hace dos semanas cuando en el domicilio del presidente se acordó la continuidad de Xavi. Desde aquel día, el máximo mandatario azulgrana se habría ido decepcionando con el técnico a raíz de varias situaciones, algunas de ellas deportivas y otras más relacionadas con su línea de discurso. La reciente rueda de prensa del de Terrassa en la previa del partido contra el Almería, comparecencia en la que Xavi dejó un discurso realista respecto a la situación del club, acentuó todavía más el malestar de Laporta, que se habría sentido traicionado al considerar que el técnico se desmarcaba del intento de transmitir ilusión que estaba llevando a cabo el presidente.

La realidad es que el malestar de la cúpula directiva con el técnico viene de más atrás, no solo de la rueda de prensa de este miércoles. Tanto es así que fuentes de la Junta Directiva azulgrana relatan a SPORT que el plan de Joan Laporta ya pasaba por plantearse la destitución de Xavi al término del presente curso, independientemente de si lograba o no acabar segundo en la clasificación.

La hoja de ruta establecida en los últimos días pasaba por intentar mantener un ambiente de tranquilidad -o al menos, lo menos tenso posible- a la espera de lograr el objetivo de acabar segundos y terminar la temporada con los menos incendios posibles. Sin embargo, la emocionalidad de un Joan Laporta que se guía más por las emociones que por la cabeza ha acabado provocando un "cambio de planes".

El presidente fue incapaz de ocultar su estado de ánimo

El presidente es poco amante de los compases de espera, lo que le ha llevado a ser poco capaz de ocultar su sensación de desencanto y decepción con Xavi a su círculo más íntimo. Y, en cuestión de horas, su estado de ánimo o sus intenciones han corrido como la pólvora, hasta el punto del anuncio este viernes por la mañana del periodista Jordi Basté de la decisión del dirigente culé de destituir al técnico a final de curso.

Algunos directivos incluso se muestran sorprendidos por todo lo que está ocurriendo, ya que supuestamente los pasos a seguir eran otros y la idea era comunicarle a Xavi el deseo de un cambio en el banquillo con algo más de tranquilidad una vez terminada la temporada. Ahora, el escenario es de incógnita total porque la situación es poco sostenible. Tanto internamente como externamente. Empezando porque en menos de 24 horas el técnico debe comparece en rueda de prensa en la previa del partido contra el Rayo Vallecano.