La elección de Valverde

Valverde debe elegir el traje con el que presentarse a la primera gran fiesta de la temporada. Debe mirarse al espejo y combinar su elección con una corbata que combine. También unos zapatos que se ajusten al tono general de la vestimenta y un cinturón acorde para la ocasión. Y, por primera vez, no puede errar. 

Deberá salir de casa bien peinado y seguro de sí mismo. Dudar, a estas alturas, empieza a ser peligroso y al Barça, esta temporada, empieza a urgirle saberse de memoria el sistema y los futbolistas que lo integran. Equivocarse con los complementos tiene solución, hacerlo con la pieza principal del conjunto podría suponer ante el Dortmund viajar a Milán con muchas más dudas de las que ya rodean al equipo. Hasta el día de hoy, y el once de Butarque fue una gran prueba de ello, Valverde no ha encontrado la ropa que mejor se ajusta a lo que quiere exhibir sobre el césped. Demasiados cambios, demasiadas dudas que hay que empezar a despejar para ganar seguridad y confianza.

DEMBÉLÉ O GRIEZMANN

Pueden jugar los dos, como pasó en Leganés, donde el marcador sirvió para esconder un partido malo de los blaugrana, especialmente de los dos franceses. Lo ideal sería que así fuera porque dos futbolistas con tanto talento deben estar sobre el terreno de juego. Sin embargo, Dembélé vive instalado en la irregularidad absoluta y constante y tampoco Griezmann es el jugador llegado del Atlético por el que se pagaron más de cien millones de euros.

El Txingurri está obligado a extraer de ambos su mejor esencia, pero sus dudas se están convirtiendo también en las dudas de sus dos jugadores. Defender una idea y morir (o, en el mejor de los casos, triunfar) con ella debería ser la base de todo proyecto. El cambio constante solo hace que generar más dudas.

ARTHUR O ARTURO VIDAL

El brasileño no parece estar centrado al cien por cien en el Barça. Se le intuye algo disperso y esa dispersión ha obligado a Valverde, que le dio la batuta del centro del campo junto a De Jong y Busquets, a sacarlo del equipo. Incluso de la convocatoria, como ocurrió en la lista de jugadores elegida para viajar a Leganés. Vidal no gusta a los puristas del estilo y es normal que así sea porque se parece a Xavi o a Iniesta lo que un huevo a una castaña, pero tiene algo que le falta a Arthur: la resistencia de quien ha peleado mucho para llegar a su posición. También ahí debe tomar el mando Valverde: ser o no ser. Seguir siendo o convertirse, definitivamente, en algo distinto a lo sido es la cuestión. 

UMTITI O ARAUJO

Piqué está sancionado y no jugará. De Lenglet se espera que reciba el alta y esté a disposición. Queda una plaza: la gran prueba para Umtiti, que debe demostrar que puede jugar dos partidos seguidos y sigue vivo tras Butarque. Por si las moscas, Araujo, que gusta mucho al técnico, se entrenó ayer con el primer equipo y que hoy repitiese empezaría a dar respuestas a tantas dudas.