Daucik y Hanke, la huella eslava del Barça

Jirí Hanke y Ferdinand Daucik son el nexo de unión entre Slavia de Praga y Barça

Jirí Hanke y Ferdinand Daucik son el nexo de unión entre Slavia de Praga y Barça / www.slavia.cz

German Bona

German Bona

Solo un futbolista, a lo largo de toda la historia, se ha enfundado la camiseta del FC Barcelona y la del Slavia de Praga. Es Jirí Hansek, un defensa con vocación ofensiva que vistió de azulgrana en la década de los cincuenta de la mano del mítico  Ferdinand Daucik, también de origen eslavo y que jugó y entrenó al Slavia.

La página web del rival azulgrana en la Champions profundiza en la historia de ambos por su ‘huella eslava’ , mientras que el canal oficial del Barça se centra en la figura de todo un desconocido para el gran público como Hansek, por ser además el único futbolista checo de la historia azulgrana, originario de la población de Vrdy, al este de Praga. Daucik, por su parte, nació en Sahy, en la actual Eslovaquia y en ese momento del imperio austro-húngaro.

Vidas de película

Hanke luchó junto a sus compañeros del Slavia contra la Wehrmacht para defender el antiguo estadio de fíutbol, totalmente de madera y que fue pasto de las llamas. Después, con el fin de la II Guerra Mundial, fue de los soviéticos de quien huyó y se marchó a Alemania para jugar  en el St. Pauli. De ahí un periplo por diversos países -entre ellos Colombia donde jugó con Di Stéfano en el Millonarios- hasta recalar en el Barça de Daucik.

Tras una prueba, vistió por primera vez de azulgrana un 29 de octubre de 1952 en un Girona-Barça que terminó 2-6 y marcó un gol, fiel a su vocación atacante. Estuvo cuatro temporadas en ese equipo donde destacaban los Ramallets, Basora, César, Kubala y compañía.

Ferdinand Daucik también tuvo una historia de película. Cuñado del mítico Kubala, llegó al banquillo del Barça cuando estaba de gira con el Hungaria, equipo clandestino que escapaba del comunismo. En cuatro temporadas, ganó ocho títulos con el Barça, entre ellos dos Ligas.