El dato que demuestra la fragilidad de Dembélé

Ousmane Dembélé será uno de los grandes ausentes del Liverpool-FC Barcelona de las semifinales de la Champions. Ernesto Valverde esperaba contar con el explosivo talento del delantero francés, pero la inoportuna lesión que sufrió en los primeros minutos del Celta-Barça lo vuelve a dejar fuera de combate. En este 2019, no ha podido encadenar más de siete partidos consecutivos.

Las lesiones están siendo uno de los principales problemas del 'Mosquito' para acabar de confirmar todo lo bueno que apunta. Dembélé es uno de los futbolistas con mayor proyección en la actualidad, pero la falta de continuidad le ha impedido consagrarse de manera definitiva aunque ya ha conquistado el corazón de la grada del Camp Nou.

PECADOS DE JUVENTUD

Sus vertiginosas galopadas hacen rugir a la grada y descomponen los sistemas tácticos rivales. En los últimos metros, Ousmane puede sorprender con un pase increíble, un remate demoledor, incluso con una pifia monumental. Todo eso lo acepta Valverde quien, poco a poco, intenta pulir los pecados de juventud del atacante dentro y fuera de los terrenos de juego, sin que pierda su frescura y su capacidad de desequilibrio.

LAS LESIONES MUSCULARES

Sin embargo, los problemas musculares frenan esa evolución. Su primera campaña estuvo marcada por la grave lesión que lo mantuvo de baja entre el 16 de septiembre de 2017 y el 2 de enero de 2018. Una rotura del tendón del bíceps femoral izquierdo y 20 partidos en el dique seco.

Dembélé ansiaba convertirse en titular en el Barça y recuperar sus opciones de ir al Mundial de Rusia 2018. Además, la llegada de Philippe Coutinho en el mercado de invierno añadió presión.

Apenas dos semanas después de su regreso (15 de enero de 2018), sufría una rotura fibrilar en el semitendinoso de del muslo izquierdo. Otros 7 partidos de baja.

NUEVA TEMPORADA, MISMO PROBLEMA

La campaña 2018/19 debía ser la de su integración definitiva en el equipo, y de hecho los inicios fueron prometedores hasta que llegó la 'crisis de noviembre'. Se ausentó del entrenamiento, alegando unos problemas estomacales que le llevaron a que el técnico lo excluyera fuera de la convocatoria ante el Real Betis.

No era la primera vez que se había producido una situación similar. Técnicos y plantilla se volcaron en solucionar 'el asunto Dembélé' que pareció reconducido dentro y fuera de los terrenos de juego.  

Sin embargo, el 2019 tampoco está resultando fácil para Ousmane. El 20 de enero sufría un esguince en el tobillo izquierdo que lo mantuvo de baja algo más de dos semanas, en plena vorágine de Liga y Copa del Rey, perdiéndose 5 partidos.

Y el 13 de marzo sufría otro grave contratiempo, en la recta final del partido de la Champions contra el Olympique de Lyon. Salió en la recta final, marcó un golazo, pero no supo valorar unas molestias. Nueva rotura en el bíceps femoral izquierdo; casi un mes de baja y otros cuatro partidos de ausencia.

EL DESASTRE DE BALAÍDOS

Valverde, que en este 2019 no ha podido disponer de Dembélé durante más de siete partidos consecutivos, decidió ser prudente y recuperar a Dembélé de manera paulatina. Consciente de la exigencia física del duelo, solo le dió unos minutos en la ida frente al Liverpool, y programó que fuera titular ante el Celta el pasado 4 de mayo... pero se 'rompió': esta vez, los isquiotibiales de la pierna derecha.

Dembélé vuelve a estar en el dique seco cuando el Barça se juega los títulos. Sueña con recuperarse a tiempo para una hipotética y esperada final de la Champions, el 1 de junio. En principio, los pronósticos médicos descartan a Ousmane para la final de la Copa del Rey del 25 de mayo. El gran beneficiado, un Coutinho que no ha explotado como se esperaba pero que a cambio ofrece más regularidad.