El cuarto despido de Ronald Koeman como entrenador

Punto y final a la etapa de Ronald Koeman como entrenador del Barça. El club blaugrana ha decidido prescindir de sus servicios poco más de un año después de contratarlo procedente de la selección neerlandesa. Los resultados y las sensaciones que ha transmitido el equipo en esta primera fase de la temporada, sumado a la injustificable imagen demostrada en Vallecas, han acabado precipitando una decisión que debería haber llegado en verano.

No se trata del primer despido que recibe Koeman desde que inició su andadura en los banquillos, allá por el año 2000. Con la decisión tomada por el presidente Joan Laporta y su junta directiva, ya son cuatro los ceses que ha sufrido como técnico.

Enemigo público en Mestalla

La primera de ellas llegó en su estreno como entrenador en España dirigiendo al Valencia CF, siendo esta su etapa más convulsa en los banquillos. Llegó para revolucionar la plantilla a mitad de temporada, sustituyendo a Quique Sánchez Flores. En seis meses se erigió como enemigo público en Mestalla, tanto por la afición como por los jugadores.

Sentenció a tres pesos pesadísimos de Paterna: Santi Cañizares, Miguel Ángel Angulo y David Albelda; con este último se tuvo que ver en los juzgados después de la demanda que interpuso el defensa contra el club.

A pesar de conquistar la Copa ganando la final al Getafe y dejando por el camino al Betis en octavos de final, al Atlético de Madrid en cuartos y al Barça en semifinales, Koeman fue destituido en abril, a cinco jornadas del final, con el equipo a dos puntos del descenso. Sin duda, una mancha en el historial del neerlandés.

Nuevo equipo y, otra vez, sentenciado

Tras salir por la puerta de atrás de Mestalla, Koeman estuvo una temporada sin equipo, hasta que en 2009 recibió la llamada del AZ Alkmaar. El técnico aceptó la propuesta en el que supuso su regreso a los Países Bajos tras dirigir al Vitesse y al Ajax.

Tras la marcha de Louis van Gaal al Bayern de Múnich después de ganar la Eredivisie, Ronald tenía la difícil tarea de mantener el listón, puesto que se trataba de la segunda Liga que alzaba el conjunto neerlandés en su historia.

En diciembre fue despedido tras salir derrotado en ocho de los primeros 16 partidos del campeonato doméstico y logrando, únicamente, cinco triunfos. El equipo estaba sexto, a 16 puntos del líder, el Twente.

Una montaña rusa en la Premier

Aterrizó en el Southampton en 2014 y logró las dos mejores clasificaciones históricas del conjunto de St. Mary: sexto y séptimo. Su gran actuación le permitió dar un salto en la Premier hasta llegar al banquillo del Everton, previo pago de 6,3 millones de euros.

Un meteórico arranque con el combinado ‘toffee’ le situó en la segunda posición de la liga inglesa, aunque el equipo se desinfló y terminó en la séptima plaza; además de caer en la tercera ronda de la FA Cup y de la EFL Cup.

En el curso siguiente, tan solo permaneció en el banquillo de Goodison Park durante 16 encuentros, siendo destituido el 23 de octubre. Una única victoria ‘in extremis’ frente al Bournemouth en sus últimos doce partidos -además de siete derrotas y cuatro empates- completaron un balance que le empujó a la rampa de salida.