Canal, un ‘comodín’ marcado por el infortunio

El fútbol ‘maltrató’ al polivalente Canal pese a ser uno de los pocos jugadores que militaron en el Barça, Real Madrid y Espanyol. Afable y humilde, fue referente en la vida social de su Granollers natal

Dejó el Espanyol por enfermedad, el Real Madrid por un problema familiar y el FC Barcelona por una lesión

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Josep Canal, en una imagen con la camiseta del FC Barcelona

Josep Canal, en una imagen con la camiseta del FC Barcelona / FCB

David Salinas

David Salinas

Escasos son los jugadores que a lo largo de su trayectoria deportiva han defendido las camisetas del FC Barcelona, RCD Espanyol y Real Madrid. Josep Canal fue uno de ellos. Centrocampista de perfil ofensivo, militó en las filas barcelonistas entre 1946 y 1951 y, pese a su calidad y polivalencia, no se asentó como titular. Siempre llevó consigo un título, el de ‘comodín’, que en nada lo benefició.

Josep Canal Viñas nació en Granollers el 21 de mayo de 1922 y fue un apasionado del fútbol. Empezó a jugar en distintos equipos de su población natal a una pronta edad (entre ellos el Infantil de Granollers, con 12 años) para incorporarse poco después en el de la Centuria 'Diego Almagro', del Frente de Juventudes, sección juvenil autónoma del único partido político autorizado por el dictador Franco, la Falange Española Tradicionalista y de las JONS. Según una publicación de la época, en este conjunto destacó por “su juego fino y habilidoso”. El Granollers le echó rápidamente otra vez las redes y se lo llevó junto a otros destacados elementos, como Josep Serratusell, que también pasaría por el FC Barcelona.

Hacia el profesionalismo

Con 17 años fichó por el Granollers. “Era la puerta que se me abrió para salir a la palestra del profesionalismo”, dijo en su momento. Finalizada la Guerra Civil siguió en el equipo de su población natal hasta que el RCD Espanyol lo incorporó a su disciplina la temporada 1942-43. Pero apenas pudo lucir de blanquiazul (tres partidos y un gol) debido a una enfermedad que le obligó a regresar a Granollers, aunque continuó en la órbita del RCD Espanyol, que abonó 25.000 pesetas al equipo vallesano para que no le diera la carta de libertad.

Finalizado su compromiso con el Granollers fichó por el Real Madrid, que ya había mostrado interés por Canal después de salir del Espanyol. Firmó tres temporadas por el club de Chamartín, pero solo pudo jugar una (1944-45). Y solo tres partidos porque se vio obligado a pedir la baja por necesidades familiares.

Regresó a Catalunya para atender el negocio de su familia (tratantes de ganado), del que hasta entonces se ocupaba su hermano Joan, que fue reclutado por el Ejército para cumplir el servicio militar. El equipo blanco no puso problema alguno a Canal y ese hecho no lo olvidó nunca: “Lejos de pedirme dinero por darme la baja, aún me pagaron hasta el último céntimo de lo que debían por el fichaje”.

Agregó que en ese momento “se me llenaron los ojos de lágrimas de la emoción. Aquello era tratar con señores”. Su agradecimiento al Madrid lo llevó a asegurar que “si alguna vez me necesitaran no vacilaría en ofrecerme para jugar gratuitamente, incluso costeándome yo los viajes”.

Samitier lo reclutó después de verlo en un homenaje a Gonzalvo III en Mollet: “Qui és aquest pagès que juga d’interior?”, preguntó el entrenador del Barça

Otra vez en Granollers, y ocupándose del negocio familiar, dejó el fútbol unos meses. Sin embargo, se alineó en una selección regional catalana que se enfrentó al FC Barcelona en Mollet en agosto de 1946 para homenajear a Gonzalvo III —por alcanzar el entorchado de internacional— y allí lo vio Samitier, que lo se lo llevó de inmediato al equipo azulgrana. Canal contó así lo sucedido entonces en 1971: “Samitier era entonces entrenador del Barça y preguntó a los de Mollet “qui era aquell pagès que jugava d’interior”. Y le contestaron que Canal, del Madrid”. La proximidad entre Granollers y Barcelona le permitió volver a jugar sin abandonar sus quehaceres familiares.

El Barça

Canal debutó el 20 de octubre de 1946 en un Atlético de Madrid-Barça (2-2) en el Metropolitano y disputó un total de 31 partidos oficiales (15 goles) hasta su despedida, el 22 de abril de 1951 en Les Corts contra el Athletic (2-1). En este partido sufrió una fractura de peroné y desprendimiento de ligamentos después de un encontronazo con el portero Carmelo y acabó la temporada enyesado.

Estaba entonces en conversaciones para renovar, pero la lesión fue determinante y, con 29 años, y pocas opciones de regresar al cien por cien, el Barça lo dejó en libertad.

Ganó cinco títulos: dos Ligas (1947-48 y 1948-49), la Copa Eva Duarte (1948), la Copa Latina (1949) y la Copa (1950-51). Toda su vida había jugado de interior derecha menos en el Barça, que lo hizo siempre como volante o extremo izquierdo. En su demarcación natural tenía entonces a un fuera de serie: Josep Seguer. Colgó las botas en el Hércules (2ª División) la temporada 1951-52.

Canal fue un jugador de equipo. “Juego siempre para mis compañeros, nunca para el lucimiento individual”, decía. En la temporada 1948-49, con Enrique Fernández en el banquillo, jugó 12 partidos y anotó 12 goles. Fue el jugador más efectivo de la plantilla. Cansado de la suplencia, pidió la baja a finales de 1949, ofreciendo por su libertad una importante suma de dinero (350.000 pesetas) que fue rechazada por el Barça.

Siendo jugador del FC Barcelona fundó la Penya Canal para promocionar jóvenes talentos futbolísticos de Granollers y se involucró intensamente en la vida social de su población. Estableció un negocio de compraventa de coches y, entre otras actividades, estuvo al frente de una sociedad recreativo-cultural (Club de Ritmo) y fue presidente del Club Ciclista de Granollers. Fue muy popular entre sus conciudadanos por su afabilidad, sencillez y humildad.

Falleció en su población natal el 12 de septiembre de 2006 a la edad de 84 años.