Coordinador del fútbol base del FC Barcelona de prebenjamines hasta cadetes

Benaiges, el padre de la cantera

Su trabajo de 18 años en Can Barça está dando sus frutos con los cracks de casa que triunfan en el primer equipo

Jordi Gil

El Barça se ha consolidado como el mejor conjunto del mundo con una base de jugadores de la cantera. Detrás de la progresión de los cracks del primer equipo existe el trabajo discreto y eficaz de los responsables del fútbol base entre los que figura Albert Benaiges, coordinador de las categorías inferiores hasta la categoría de cadetes.

Tras su primera etapa en el Sants, Benaiges ingresó hace 20 años en Can Barça, con un intervalo de dos años en Mataró. Compagina su trabajo en el Barça con el de profesor en la Escola Barcelona. Ya lleva 30 años en la escuela pública y se siente feliz con su trabajo. En el Barça ha impulsado a grandes figuras, aunque él reivindica que relanzó a nueve jugadores del Sants que llegaron a Primera División, como el actual capitán del Getafe David Belenguer.

Su misión es la de formar a futbolistas, pero también a personas. Benaiges explica que la educación es prioritaria en el Barça y "si un chaval se ha portado mal o en los estudios no ha ido bien, no ha jugado. La parte deportiva es la que les hace más daño. Para educarlos o reconducirles, los estudios tienen que ir de la mano". Además de promover la función didáctica, en el terreno deportivo también existen tres normas básicas: "A los niños les digo que los más importante es que sean más deportivos que los contrarios, que jueguen mejor que ellos y, en tercer lugar, que ganen en el marcador, pero no de cualquier forma".

Benaiges pide a los niños que actúen con corrección, pero también exige "máxima deportividad a los padres. Nos reunimos con ellos para que tengan una actitud como se merece un club como el Barça". Los padres deben seguir unas directrices que se basen en "no decir nada a los jugadores de aspectos técnicos, respetar a los adversarios y, sobre todo, respetar al juez, que es muy difícil ser árbitro".

Otra regla encaminada a buscar el bien de los pequeños es la impuesta para "los equipos del Cadete B hacia abajo. Como mínimo hay que jugar un 40 por ciento de los minutos. Si te has equivocado al fichar, el niño no tiene ninguna culpa". La atención se completa con "una beca del Barça que reciben todos, ya sea más pequeña o más grande. Es una ayuda para los padres".

Más problemático es tratar con los manágers, a los que sólo atienden "cuando llega el momento de hacer un contrato, ya en la edad laboral. Cuando ha venido alguno se ha encontrado con una pared. Para hablar de aspectos personales, los docentes únicamente lo hacemos con los padres".