Bartra no deja nada al azar

El alto rendimiento mostrado por Marc Bartra en el partido contra el Deportivo no fue fruto de la casualidad. La lógica podía indicar que acusaría la larga inactividad. Estar 24 jornadas de Liga sin saltar en el once titular es una losa que afectaría a cualquiera, pero Bartra se preparó a conciencia para responder cuando llegara el momento. 

El camino fácil era dejarse ir, desmotivarse y bajar los brazos. El central eligió la otra vía. Trabajar aún más para mantenerse a flote y demostrar el día que le tocara jugar que tiene nivel para formar parte de la plantilla del mejor equipo del mundo.

Bartra se tomó cada entrenamiento como si fuera un partido, con intensidad y un ritmo elevado. El jugador cumplía bajo la mirada de Luis Enrique y extendía su trabajo fuera del terreno de juego. El de Sant Jaume dels Domenys siempre ha mostrado una buena predisposición a recurrir a los sistemas de preparación más avanzados para seguir creciendo.

Cuando aún jugaba en el filial, ya recurrió a la figura del ‘coach’, que entonces parecía una extravagancia. El trabajo de motivación se considera esencial hoy en día en el fútbol moderno. Bartra ya cultivó su fuerza mental desde que se iniciaba en el fútbol profesional y ahora está madurando como futbolista sintiendo una gran seguridad en él mismo.

A su trabajo fuera del campo ha añadido en los últimos meses otro tipo de actividad que le está sirviendo de gran ayuda.  Bartra ha decidido profundizar en el análisis de los rivales para ser más consistente. Desde el área de metodología del club recibe vídeos de los contrarios y él mismo tiene una gran capacidad autodidacta. Bartra dedica mucho tiempo libre a repasar gracias a internet las virtudes de los delanteros a los que se debe medir.

El futbolista recibe los consejos de expertos del club, pero también lleva el estudio a unos niveles de gran rigor contagiado por el entusiasmo por el fútbol que existe en su  familia, con su padre Josep, presidente del  Club de Futbol Marc Bartra y su hermano Eric, que dirige la parcela deportiva del club de Sant Jaume y es entrenador.

No es de extrañar que supiera cómo marcar a Lucas Pérez y se anticipara para robar el balón en la jugada que dio origen a su golazo. Desde el momento que supo que jugaría frente al Deportivo interiorizó toda la información sobre los movimientos del goleador gallego y en la acción del gol basculó a plena conciencia.

Bartra examinó con lupa al Deportivo en los días previos al choque, aunque es una norma que se ha autoimpuesto vaya a jugar o intuya que se quedara fuera. Él quiere estar preparado por si cualquier eventualidad lo situara en el campo y luego responder como corresponde a un profesional del Barça. Los consejos de su representante, Carles Puyol, también están resultando fundamentales.

Marc volvió contento de su actuación en La Coruña y se sintió reconfortado por la reacción eufórica de sus compañeros y Luis Enrique tras su gol. Sentirse querido y apreciado reforzó aún más su confianza.