El día que el Barça no hizo caso a Xavi por Endrick

Endrick ya empieza a conocer lo que es acaparar portadas en Europa tras su estreno goleador con Brasil en el mítico estadio de Wembley ante Inglaterra. El joven brasileño, propiedad del Real Madrid y que aterrizará en el Bernabéu la próxima temporada, vivió su primera gran explosión en el viejo continente con el triunfo de la canarinha en Londres.

Con Endrick brillando, es difícil no recordar que el Barça tuvo muy cerca su fichaje. Y que Xavi Hernández, actual entrenador del club que dejará el equipo a final de temporada, fue su gran valedor. Técnico y jugador se conocieron personalmente. y en SPORT ya os contamos que ambos departieron en la Ciutat Esportiva el viernes 18 de febrero de 2022, después del Barça-Nápoles que suposo el estreno del equipo culé en la Europa League.

“Hemos estado hablando con su padre y también directamente con el jugador. Les expliqué el proyecto que tenemos en el Barça. Queremos talento y él es un talento. Tiene gol, regate, una capacidad brutal para marcar la diferencia. Es un jugador de presente, que ya está jugando en la liga brasileña, y también de futuro”, indicó el egarense hace dos años cuando le preguntaron en rueda de prensa sobre su encuentro.

EL INTENTO DE XAVI

Endrick, acompañado de su familia, estaba de vacaciones en Europa después de haber dinamitado el gafe histórico del Palmeiras y haber conquistado la Copa Sao Paulo de Juniores 2022, de categoría juvenil. Pasó por la Ciudad Condal, procedente de París donde se divirtió en EuroDisney y acudió al Parque de los Príncipes para asistir al PSG-Real Madrid de Champions League, que terminó con el mínimo triunfo local por 1-0 con tanto de Mbappé y Leo Messi fallando un penalti que a la postre suposo la eliminación de los parisinos.

El Barça invitó a Endrick y a su padre a hacer un tour privado por las diversas instalaciones de la entidad, que tendría lugar la mañana siguiente. Ambos estaban en la Ciutat Esportiva y a la hora de conocer los diversos despachos se depararon con Xavi, que estaba preparando el encuentro del fin de semana en Mestalla (un encuentro que el Barça ganaría por 1-4 con un ‘hat trick’ de Abumeyang). El joven delantero alucinó. No era para menos.

Lo que, en principio, era un encuentro casual, acabó transformándose en una charla formal en la que el técnico catalán explicó al futbolista y a su padre cuál era el actual proyecto del Barcelona y fue muy diáfano sobre lo que pensaba del jugador, considerado el mejor 2006 de Sudamérica. Lo que Xavi hizo fue abrir las puertas del Barça al aprendiz de crack.

En aquel momento, Endrick aún no había firmado aún su primer contrato profesional con el Palmeiras, lo que ocurriría el mes de julio cuando completó los 16 años. Y, de hecho, no existía acuerdo entre las dos partes. El delantero se comprometió por tres temporadas, hasta julio de 2025, con una cláusula de rescisión de 60 millones de euros.

EL MOMENTO DE LA VERDAD

Lógicamente, el encuentro creó un gran impacto en Endrick. Ni en sus mejores sueños podría haberse imaginado poder hablar con el entrenador del Barça y haber recibido semejantes elogios. El ’menino prodigio’ continuó con sus vacaciones, fue a Madrid a pasar el fin de semana, donde acudió al Bernabéu donde vio el Real Madrid-Alavés de Liga y tomó un vuelo directo de regreso hacia Sao Paulo.

El resto es historia. El Barça, a la hora de la verdad, no dio el paso para presentar una oferta formal al Palmeiras que en aquel momento incluso se habría podido negociar por debajo de los 60 millones que acabaría marcando su cláusula de rescisión. El Madrid, por su parte, sí lo hizo y finalmente el Barça se decantó por Vitor Roque.

Las palabras de Xavi, en las que repartía elogios en público pero también en privado del jugador, no sirvieron para convencer a la cúpula deportiva del Barça, que se echó atrás por la difícil situación económica de la entidad. “Es el tipo de futbolista que necesitamos. Conoce el proyecto y estamos hablando. Espero que se una a nosotros. Depende de él”, llegó a decir Xavi en rueda de prensa.