Barça-Valencia: Una final con tres precedentes

El FC Barcelona y el Valencia CF medirán sus fuerzas en una final de Copa por cuarta vez en la historia de la competición. En los tres precedentes que existen, la victoria sonrió en dos ocasiones al cuadro catalán (en ambas precisó de la prórroga) y en una al valenciano. En el Benito Villamarín, además del título, estará en juego la hegemonía de este particular duelo: más ventaja azulgrana o equilibrio de fuerzas.

La primera final entre el Barça y el Valencia fue una realidad la temporada 1951-52 y sirvió para que el equipo azulgrana acuñara el histórico término del Barça de las ‘Cinc Copes’. La Copa fue el tercer trofeo que cayó en el zurrón, después de ganar la Liga y el trofeo Martini Rossi (que premiaba al equipo con mejor balance de goles). Con la conquista de la Copa llegó el cuarto, la Copa Eva Duarte de Perón, que el Barça se adjudicó sin lucha por ser campeón de Liga y Copa. Días después llegó la quinta conquista: la Copa Latina.

Primer precedente

La Copa de 1952 fue el undécimo título del Barça en el torneo del KO. El equipo de Ferdinand Daucik apeó al Atlético de Madrid (2-4 y 5-1), al Málaga, de Segunda División (0-7 y 6-1) y al Valladolid (5-0 y 3-1). En la final derrotó el Valencia (4-2) en la prórroga. El Barça, en aquella final inédita, empezó flaqueando. El exbarcelonista Manuel Badenes, a los 40 segundos y en el minuto 31, adelantó al Valencia (0-2).

El campeón de Liga estaba groggy, contra las cuerdas, pero reaccionó y forzó la prórroga gracias a las dianas de Estanislau Basora (40’) y Jordi Vila (70), que con este gol, el 2-2, anotó en todos los partidos de Copa. En la prórroga aparecieron los ‘killers’ del Barça, Ladislao Kubala y César Rodríguez, que dieron el título al equipo de Les Corts.

El capitán del Barça, el mítico Mariano Gonzalvo, el tercer de la saga, fue paseado a hombros por Chamartín con la Copa en alto. Para descargo del Valencia hay que puntualizar que la lesión del defensa y capitán Asensi, al que se le reprodujo un esguince en la ingle con 0-2, dejó al cuadro de Mestalla con un efectivo mermado ya que, como no había cambios, aguantó en el campo hasta el final pero casi como figura decorativa.

Stop al póker

El Barça, tricampeón copero (1951, 1952 y 1953) aspiró al cuarto título consecutivo en 1954 contra el Valencia, otra vez en Chamartín. En esta ocasión el equipo che no se dejó sorprender y batió al campeón con nitidez: 3-0, con goles de Fuertes (2) y Badenes. Fue una final muy parecida a la de 1952 al repetir los mismos técnicos de ambos equipos y seis jugadores del FC Barcelona por siete del Valencia CF.

El Barça llegó a la última cita con poca gasolina. Había apeado al Athletic y al Real Madrid en partidos de gran desgaste y el Valencia había quedado exento en octavos. El Barça quiso, pero no pudo ante un rival más intenso, certero y con cuentas pendientes que quería cobrar al contado.

La imagen de la final la protagonizó el meta del Valencia, Quique Martín, ex del FC Barcelona, que tuvo la ocurrencia de celebrar el título sentado en el larguero y con una sonrisa de oreja a oreja. La historia de esa instantánea empezó cuando el portero le preguntó a su entrenador, Jacinto Quincoces, antes del partido: “¿Si ganamos, me dejará usted hacer lo que quiera?”. Le dijo que sí y, tras la victoria, Quique subió al travesaño para ver la fiesta valencianista desde las alturas. Montse, su esposa, cuando bajó al campo para abrazar a su marido, ya se lo encontró allí arriba. “No vi ni cómo había subido”, dijo.

La revancha

Tuvieron que pasar 17 años para que Barça y Valencia volverían a verse las caras en una final. Fue la de 1971, en el Bernabéu. El Barça sudó tinta china para ganar ese Copa, la 17ª de su palmarés. Como en 1952, el Valencia, dirigido por Alfredo Di Stéfano, se adelantó 0-2, goles de Claramunt I y Paquito.

Reaccionó el Barça de Vic Bukingham por mediación de Fusté, que había entrado por el lesionado Marcial. Poco después Zabalza equilibró otra vez el marcador. Se llegó a la prórroga con superioridad numérica del Barça por expulsión de Sol (que protestó el 2-2 enérgicamente).

Zabalza dio la primera ventaja al Barça, empató Valdez a tres y Alfonseda, que había entrado por Dueñas, estableció el definitivo 4-3 después de un pase filtrado de Fusté. Los dos jugadores que salieron del banquillo marcaron goles y la diferencia. Al final, el capitán Quimet Rifé levantó el trofeo. El equipo tuvo un recibimiento multitudinario.