El Barça tiene que moverse bien (y rápido) en Brasil

El nuevo normal financiero del club obliga ser valiente y anticipar plazos en la captación de jóvenes talentos en Sudamérica

Los ejemplos a seguir son el Benfica, el Oporto y el Shakhtar Donetsk, porque el Barça no puede echar un pulso con los grandes de Europa

Andrey Santos, del Vasco da Gama, uno de los jugadores que observa el Barça

Andrey Santos, del Vasco da Gama, uno de los jugadores que observa el Barça / Matheus Lima/CRVG

Joaquim Piera

Joaquim Piera

El nuevo normal financiero del Barça mediatiza todas las estrategias del área deportiva. Y el denominador común siempre es el mismo: no hay músculo para competir cuerpo a cuerpo con los grandes europeos, por lo que es necesario asumir nuevas tácticas.

Pensando en la captación de talento en un mercado tan estratégico como es el sudamericano en general y el brasileño, el más fructífero, en particular, el Barcelona está perfeccionando los procesos para aumentar el porcentaje de aciertos y reducir el coste en inversiones.

El primer paso ya se tomó en abril con la incorporación de Paulo Araújo como nuevo director del área de scouting, un departamento que el club define como esencial.

Discreto, adicto al trabajo, muy bien conectado y extremadamente profesional, el ejecutivo portugués ha implementado una estructura ágil y dinámica, que ha mejorado el clima interno. Los primeros resultados ya saltan a la vista: se ha recuperado el prestigio ante los grandes agentes que tutelan los mejores candidatos a crack.

El siguiente paso, mucho más complejo, es que toda la estructura deportiva del club interiorice que las circunstancias económicas obligan a anticipar plazos, a ser valientes en las decisiones con jugadores perfectamente mapeados. El ejemplo a seguir es el del Oporto y el Benfica, con un alto grado de acierto, o el caso paradigmático del Shakhtar Donetsk ahora maniatado por la guerra en Ucrania.

No hay otra que avanzarse, atar a futbolistas a veces sub-17, aún sabiendo que no podrán dar el salto a Barcelona hasta la mayoría de edad. Esperarse para madurar las operaciones significa perder seguro.

Tomar la iniciativa es clave, lo que, a veces, se traduce en plazos de algunas semanas. Ahora, por ejemplo, es casi imposible que el Barça pueda batirse con el PSG y el Real Madrid por Endrick (es verdad que solo tiene 16 años), pero que estaba al alcance a principio de año cuando aún no había firmado su contrato profesional.

En febrero, el Barça intentó fichar a Andrey Santos, un mediocentro que en mayo hizo los 18 años, capitán de la Seleçao Sub-20. El Vasco da Gama no quiso perderlo. No se insistió y el ‘menino’ renovó con el cruzmaltino… y el escenario puede empeorar si se espera al Sudamericano Sub-20 que empezará a jugarse en Colombia a mediados de enero y donde acudirá toda la Europa futbolística. La ‘baby Seleçao’ se presentará con una generación de muchísimos quilates con varios futbolistas llamados a jugar el Mundial 2026. Si los objetivos están perfilados, hay que lanzarse porque después, todos son lamentaciones.