Así se celebró en el palco el gol de Paulinho

Jordi Gil

Jordi Gil

El gol de Paulinho tuvo un enorme valor práctico por los tres puntos sumados y también conllevó una carga simbólica. Su fichaje estuvo marcada por una enorme polémica por los 40 millones de euros pagados por un futbolista de 29 años que jugaba en la débil liga china y con fama de ser más físico que técnico. El secretario técnico, Robert Fernández, peleó por su incorporación contra todos los comentarios adversos y se situó como el principal responsable de su contratación.

Paulinho ha entrado de forma progresiva en el equipo y en Getafe le tocó el turno en un momento de dificultad, con empate en el marcador y un encuentro muy espeso. Robert contemplaba el partido desde el palco del Coliseum con la tensión evidente del momento. El secretario técnico se sentó antes que nadie en la zona noble del estadio para ver el calentamiento del equipo y vivió el choque muy concentrado.

Las noticias no eran buenas con el golazo de Gaku y en el descanso se notaba la preocupación. Jordi Moix y Javier Bordas encabezaban la expedición barcelonistas, aunque les acompañaron otros directivos, como Pau Vilanova, quien se sentó al lado de Robert unas filas más atrás.

Con el tanto de Denis Suárez se sintieron más aliviados, aunque la euforia se desató con el trallazo de Paulinho. Los dirigentes no pudieron reprimirse y exteriorizaron su júbilo, con un punto en común: girarse hacia Robert Fernández y señalarle con el dedo.

Todos ellos sabían que el secretario técnico había aguantado momentos de enorme presión durante el verano y que el autor del gol fuera el fichaje más controvertido disparó la alegría. Las felicitaciones se extendieron al final del partido después de unos minutos de muchos nervios con el apurado 1-2 en el marcador.

Robert fue el más comedido de todos, aunque no podía esconder una tímida sonrisa. El Barça había solucionado una situación adversa y se llevaba tres puntos muy valiosos de Getafe con Paulinho como gran protagonista. 

Las críticas a Robert habían persistido en los últimos días y los dirigentes barcelonistas vieron en el gol como una recompensa al trabajo de su secretario técnico. La delegación blaugrana se marchó de Getafe muy feliz por cumplir con el pleno de cuatro victorias en la Liga y con la demostración de que Paulinho puede ser un futbolista determinante en la presente temorada.

La convicción con que golpeó el balón en la recta final del choque para superar a Guaita fue la misma que Robert mostró para fichar a un futbolista que empieza a cautivar a los culés.