Arthur regresó a la titularidad a lo grande: fue el motor del Barça

Toni Frieros

Toni Frieros

Arthur Melo no pudo haber tenido un mejor regreso a la titularidad. El centrocampista brasileño no gozaba de ese honor desde el compromiso liguero ante el Atlético de Madrid en el Wanda a comienzos de diciembre. Encuentro donde, por cierto, acabó lesionado y provocó que estuviera varios partidos ausente. Su regreso al equipo, después, fue a cuentagotas. Poco más de media hora frente al Levante (0-5) y veinte minutos largos ante el Celta (2-0). 

Anoche, en Getafe, Valverde le concedió la titularidad y, a efectos de juego, la manija del equipo y del partido. Sí, porque Arthur, de facto, si situó en eje del campo y se convirtió en el guía y vigía del Barça. Rakitic, el hombre que sobre la pizarra reemplazaba al ausente Busquest, jugó mucho mucho más, en medio de los centrales Piqué Lenglet

Fue Arthur, sin duda, quien ejerció la responsabilidad de iniciar la salida de balón del Barça y de construir el juego ofensivo. Pero no se quedó solo en eso. Además, trabajó de lado a lado del campo, como un acordeón, para estar siempre a disposición de un compañero. Un auténtico salvavidas que no se arrugó, que metió el pie, los brazos si era preciso, de ahí la amarilla que vio a los once minutos. Una tarjeta que supo llevar y controlar, todo un riesgo porque en cualquier acción podía ser expulsado. De sus pies, por cierto, salió el balón que valió para que Leo Messi abriera el marcador.

Auténtico motor del Barça, manejó con personalidad el balón e hizo jugar a todo el equipo. Tiene un imán en el pie, rara vez pierde el esférico, siempre hace el pase adecuado y acaba siendo una mosca cojonera para sus rivales, que no dudaron un instante en atizarle si era preciso, como hizo constantemente su marcador, Arambarri.

Dándolo todo, con estilo, se desfondó y fue sustituido a falta de tres minutos para acabar el tiempo reglamentario por Aleñá.