Dos annus horribilis condenaron a Lenglet

El paso de Clement Lenglet por el Barça no ha cumplido las expectativas con las que llegó hace cuatro temporadas, en el verano de 2018. El club azulgrana pagó su cláusula de rescisión al Sevilla, que eran unos 36 millones de euros, pensando que incorporaba a un central zurdo joven, de garantía y que le podría durar muchos años. Un jugador de rendimiento inmediato y con un gran futuro por delante. Pero al final no ha sido así.

Y después de su primera temporada parecía que podría serlo porque demostró claramente las cualidades que lo llevaron al equipo azulgrana. Un juego sobrio, sin demasiados errores, y que daba mucha estabilidad a la defensa. Un defensa en el que sus compañeros podían confiar. En sus dos primeras temporadas jugó más de 20 partidos de liga -23 y 28- y en la mayoría de ellos fue titular. Las cosas se torcieron muchísimo en sus dos últimos años. Errores de bulto tremendos, penaltis absurdos, expulsiones y una falta de confianza en sí mismo que le generó cierta ansiedad. Y lo peor de todo es que transmitió inseguridad cada vez que le tocaba jugar. Con Koeman jugó bastante en la primera temporada completa del neerlandés pero con Xavi ya pasó al ostracismo.

Pese a las dos desastrosas últimas campañas, los números de Lenglet en el Barça no son malos del todo. Ha disputado 160 partidos repartidos de la siguiente manera: 105 en la Liga, 33 en la Champions League, 17 en la Copa del Rey, tres en la Supercopa de España y dos en la Europa League. Ha sido titular en 132 y, además, mientras él estaba en el campo, el Barça ha logrado mantener la portería a cero en 48 ocasiones. Pese a ser un defensa central, Lenglet ha marcado un total de siete goles con el Barça. 

Y se marcha con tres títulos, una liga y dos Copas del Rey.