EL CAPITÁN Y GOLEADOR DEL BARÇA EN LA FINAL

Alexanko: "Aquello fue el origen del Dream Team y lo que vino después"

José Ramón Alexanko batió a Luis María Arkonada y concedió al Barça una pausa en una dura transición hacia el Dream team de Johan Cruyff

JUAN MANUEL DÍAZ

José Ramón Alexanko (Baracaldo, 1956), llegó al Barça en 1980 con la vitola de ser el fichaje nacional más caro hasta el momento, 100 millones de pesetas (600.000 euros) cuando ese mismo verano el Barça había pagado por Bernd Schuster 140 millones (unos 850.000 euros). Defensa libre dominador del juego aéreo y con buen manejo de balón, jugó en el primer equipo blaugrana hasta 1993 y siguió ligado a la entidad hasta el 2010 ocupando diferentes cargos técnicos.

Alexanko fue uno de los protagonistas de la triste final de Sevilla de 1986, pero también el capitán del Dream team en la histórica de Wembley 1992. Y, en el entreacto de ambos duelos de la Copa de Europa, fue el capitán y goleador en la final de la Copa del Rey de 1988 que el Barça ganó a la Real Sociedad por 1-0.

Cuando recibe la llamada de SPORT, se sorprende de que ya se celebren las bodas de plata de aquel encuentro. "¡Parece mentira! Es como si hubieran pasado dos segundos. ¡25 años!"

Usted fue el protagonista absoluto, al conseguir el gol del triunfo. ¿Recuerda la jugada?

No soy muy de recordar muchas cosas; hay algunos que te explican un saque de banda de no sé qué partido... Pero esta jugada sí porque fue un gol muy importante. Se puede catalogar como muy decisivo porque decantó el partido.

Imagino que aquel éxito fue todo un balón de oxígeno para la plantilla.

Vivíamos una relación tensa con la directiva porque había varios problemas de por medio y los resultados en el campo no eran buenos. Además, si no ganábamos esa final, el Barça se quedaba por primera vez en su historia fuera de las Copas de Europa. (El Barça es el único club de Europa que ha jugado competición europea todas las temporadas).

Poca gente apostaba por ustedes, apenas se desplazaron entre 3 y 4.000 seguidores blaugrana.

Cierto, tampoco contamos con demasiado público y jugábamos contra el equipo del momento, la Real Sociedad, repleta de buenos futbolistas que luego vinieron al Barça. Pero sabíamos que todo estaba en nuestras manos y nos confabulamos para que no se nos escapara el título.

¿Qué papel jugó Luis Aragonés en aquel éxito?

Luis tuvo un papel primordial, fantástico. Siempre estuvo al lado de los jugadores y nos contagió su forma de ser, ese espíritu de hacer piña y aislar al equipo de todo. Luis estuvo poco tiempo pero dejó huella porque además de saberlo todo del fútbol, supo manejar un vestuario que no era fácil de gestionar.

Las relaciones con la directiva estaban al límite y no hubo ni festejo ni felicitaciones... Un mes después, estalló el 'Motín del Hesperia'.

Fue un año muy malo para todos; para la directiva, para la afición y para el vestuario. Lo único bueno que se sacó de todo aquel lío fue esa Copa del Rey.

Un subidón tal y como estaban las cosas.

Fue fundamental porque nos hizo recuperar un poco el orgullo y nos metió en Europa. En realidad fue el origen de todo lo que vino después, del Dream team, porque al año siguiente, con Cruyff y una plantilla nueva, se ganó la Recopa. Y nos dio un poco de felicidad a los jugadores, que estábamos muy tocados.