Aleñá, la sorpresa del derbi, estuvo muy activo y participativo

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El jugador del Maresme no desentonó dentro de la tónica gris de todo el equipo azulgrana / sport

Toni Frieros

Toni Frieros

Carles Aleñá, el jugador del Barça B nacido en Mataró, fue la gran sorpresa del derbi. Después de muchas convocatorias con el primer equipo, y de haber tenido protagonismo en los primeros partidos de la Copa del Rey, Valverde le otorgó la titularidad ante el Espanyol. El de Argentona se incrustó en la zona ancha por delante de Sergi Busquets y de forma paralela junto a Paulinho, a la derecha, y a Denis Suárez, a la izquierda.

En cuanto el balón echó a rodar pudimos ver a un Aleñá muy activo, muy motivado y con ganas de hacerlo bien y agradar. Su función era servir de nexo de unión entre Busquets y los delanteros, combinar, conducir, moverse para crear espacios y, en cuanto fuera posible, aparecer desde segunda línea. Como suele ser habitual en todos los jugadores del Barça de medio campo hacia adelante, se le notó que quería buscar a Leo Messi, sabedor que casi todas las asociaciones con el astro argentino están destinadas al éxito.

No se arredró en ningún momento ante el juego viril de los jugadores del Espanyol, aunque la alta presión de estos, sobre todo en la zona ancha, provocó que Aleñá perdiera algunos balones, un de ellos de forma comprometida porque se encontraba en su propio campo. De su pierna izquierda salió el pase que sirvió a Denis Suárez para que el gallego rematara fuera cuando lo más fácil hubiera sido batir a Diego López.

Justo cuando ya concluía el primer tiempo, el colegiado Ricardo de Burgos Bengoetxea le mostró la cartulina amarilla por una entrada a Víctor SánchezValverde le mantuvo en el terreno de juego hasta el minuto 58, cuando fue sustituido por Luis Suárez.