Alberto Encinas: "Xavi ha cambiado la mentalidad y la energía de los jugadores del Barça"

"Era cuestión de tiempo", asegura Alberto Encinas (Mataró, 1982) cuando valora el enorme crecimiento futbolístico del Barça desde la llegada de Xavi Hernández al banquillo culé. Es, sin lugar a dudas, una de las voces más autorizadas para analizar la eliminatoria de Europa League entre el conjunto blaugrana y el Eintracht Frankfurt. Desde 2017 hasta el pasado verano formó parte del cuerpo técnico del Juvenil culé y, ahora, ejerce de segundo entrenador de Gerardo Seoane en el Bayer Leverkusen. Confiesa que no se ha perdido casi ningún encuentro de su exequipo y que conoce a la perfección a 'Las Águilas' porque también ve muchos partidos de la Bundesliga. En los últimos meses se ha empapado del fútbol alemán, "valiente y ofensivo" por naturaleza, y ha aprendido muchísimo del mismo, aunque reconoce que echa un poco en falta el "control" y el "juego de posición" que tanto disfrutó en la Masia.

¿Cómo va su primera temporada en Alemania?

Estoy muy contento. La acogida ha sido muy buena. Me he encontrado con un club muy familiar. La gente es muy cercana, desde los otros miembros del ‘staff’ hasta los directivos. De momento, la experiencia es muy positiva. Estoy muy contento, disfrutando de la Bundesliga. Estoy conociendo un club diferente, una forma distinta de jugar. El fútbol alemán es diferente al de España, donde se apuesta más por el control. Aquí el juego es más vertical, más rápido. Hay otra manera de entrenar, de gestionar el club, un idioma nuevo… y esto me está ayudando a crecer como profesional en general.

¿Cuál es su rol en el Bayer Leverkusen? Cuando se incorporó al cuerpo técnico de Gerardo Seoane, el director deportivo del club, Simon Rolfes, aseguró que tenía “grandes expectativas con su trabajo con los jóvenes”.

Somos dos segundos entrenadores en el cuerpo técnico, uno de confianza del entrenador que vino con él y yo. A mí me fichó el club. Tengo las funciones normales de un asistente, pero sí que es verdad también que el Bayer Leverkusen es un club que tiene futbolistas muy jóvenes. La media de edad de la plantilla es bastante baja y mi misión es formarlos, estar con ellos.

¿Qué es lo más importante a tener en cuenta a la hora de tratar con jóvenes promesas?

Aunque tengan mucho talento, sean muy buenos y estén jugando al máximo nivel, es muy importante fomentar su deseo de seguir creciendo, mejorando y aprendiendo. Todavía tienen mucho margen de mejora y potencial. Nosotros tenemos que conseguir que no se conformen con lo que están haciendo y ‘empujarles’ a buscar aspectos de mejora.

En el fútbol existe una tendencia a quemar demasiado rápido a los jóvenes. Me explico. Parece que si tienes 22 años y no te has consolidado al máximo nivel ya vas tarde. Y es algo generalizado, desde los aficionados hasta los clubes pasando por la prensa. ¿Desde dentro se ve así también?

Yo creo que en el Bayer Leverkusen, por lo que estoy viviendo, no tanto. Captamos jugadores jóvenes que tienen potencial, pero que todavía no están hechos y, por consiguiente, se entiende que cometan ciertos errores porque les falta experiencia. No se les pide tanto esa inmediatez en el rendimiento.

El inicio de temporada del Bayer fue ilusionante, con siete triunfos en nueve encuentros. Ahora los resultados están siendo algo peores. ¿Están en el momento de juego y clasificación en el que querían estar a estas alturas de la temporada?

A nivel clasificatorio, seguro. Uno de los objetivos del club es clasificarnos para la Champions League y estamos terceros. De momento, lo estamos logrando. Sí que es verdad que, a nivel de juego, a principios de 2022 estábamos a muy buen nivel y ahora, entre lesiones y algunas fases irregulares, hemos bajado un poco.

¿Qué futuro le augura a Florian Wirtz?

Espectacular. Es un jugador top. La primera vez que lo vi entrenar ya me di cuenta de que es un futbolista diferente. Me recuerda un poco a lo que viví cuando coincidí con Ansu Fati en la Masia. Wirtz es muy bueno y tiene un potencial enorme. Es un chico con personalidad pese a ser todavía juvenil. Tiene las cosas claras, quiere mejorar, se cuida. No tengo dudas de que se va a recuperar de la lesión que ha sufrido y que va a regresar a buen nivel.

¿Y a Iker Bravo, excanterano del Barça?

No lo sé todavía. Es muy joven. No es fácil adaptarse a otro país y a otro tipo de fútbol. Empezó muy bien, debutó con nosotros, luego tuvo unas semanas algo más irregulares… Es un futbolista muy interesante. Yo creo que si sigue en esta línea de progresión, acabará en el primer equipo del Leverkusen. Es muy joven todavía. Confiamos en él.

¿Con qué se queda de su etapa en Barcelona?

Con muchísimas cosas. Me llevo un aprendizaje enorme. Aprendí mucho de la manera de entender el juego del Barça, de su filosofía. Tuve compañeros muy buenos: entrenadores, preparadores físicos… Hubo gente en el club que me hizo crecer mucho. Fue una gran experiencia poder disfrutar del talento de los chicos. En el Barça, cada día disfrutas de la velocidad con la que circula el balón en los entrenamientos. Los jugadores son tan buenos que se potencian y hacen mejores entre ellos.

¿Le está sorprendiendo el nivel en el máximo nivel futbolístico de jóvenes como Ansu Fati, Gavi o Nico, con quienes coincidiste?

Para nada. Ya se veía que eran jugadores diferentes con un talento enorme. Sorprende que se hayan adaptado tan rápido al máximo nivel. Cuando Ansu Fati debutó con el primer equipo y marcó varios goles, por ejemplo, a nosotros nos fascinaba que estuviera haciendo lo mismo en el Camp Nou que en la liga juvenil. Era una pasada. Dentro del club ya había la convicción de que todos estos jóvenes llegarían lejos y que si no lo hacían era un fracaso de todos. Son futbolistas muy buenos.

¿Por qué al Barça le ha costado tanto subir talento al primer equipo en los últimos años? Ha quedado muy claro con los nombres de los que hemos hablado que no es por falta de calidad.

El talento existe ahora y existía antes. No tengo ninguna duda. Lo que no pasa siempre es que los de arriba tengan la decisión y la valentía de poner a los jóvenes. No sé por qué, pero creo que durante un tiempo no se tuvo la valentía de apostar por ellos. Los futbolistas de la Masia son muy buenos y se está demostrando otra vez. Ahora quizás tienen más protagonismo por necesidad, pero en cualquier contexto todo depende de lo que piensen los de arriba.

¿Cómo explica que el Barça solo haya conseguido 10 victorias en los 34 partidos que ha disputado en tierras alemanas?

No lo sé. Es difícil. Supongo que el hecho de que haya jugado varias veces contra el Bayern o el Borussia Dortmund, dos equipos muy potentes y con buenas plantillas, tendrá algo que ver. El fútbol alemán es muy vertical: cuando se recupera el balón, se intenta correr hacia delante. Es un juego con ritmo alto, muy presionante. Quizás el Barça ha sufrido en las transiciones rápidas, pero es complicado destacar solo un factor en concreto.

¿Qué es lo que más le gusta del fútbol alemán?

La mentalidad de ir a atacar y marcar goles de los equipos. Es un fútbol muy ofensivo, valiente, atrevido. Por otro lado, por la manera que tengo de entender el fútbol, echo de menos el control, que el equipo viaje junto, con posesiones más largas... Aquí el esférico se pierde más rápido. Yo en Barcelona aprendí a jugar en campo contrario, a dominar a través de la posesión… Y eso lo echo un poco en falta.

Esta temporada, el Bayer Leverkusen perdió en el Deutsche Bank Park, el estadio del Eintracht Frankfurt, pese a adelantarse con dos tantos de Patrik Schick. El resultado final fue 5-2. ¿Qué sucedió?

Nos adelantamos en el marcador más por capacidad goleadora que por juego. Tenemos talento arriba y nos pusimos 0-2, pero a partir de ahí empezados a perder balones y la verdad es que el Eintracht aprovechó muchísimo todos los contraataques y nos ‘mató’. El partido se puso cada vez peor y ‘explotaron’ nuestra desorganización para hacernos daño con las transiciones.

¿El Barça es favorito en la eliminatoria de Europa League ante ‘Las Águilas’?

En el fútbol, las diferencias cada vez son menores. El Galatasaray, sin ir más lejos, compitió mucho más de lo que nos pensábamos, especialmente en el Camp Nou. El Barça es superior al Eintracht y, evidentemente, es bastante favorito en la eliminatoria. Desde la llegada de Xavi y los fichajes, el equipo ha dado un salto muy grande.

¿Qué es lo que más le gusta del cambio de imagen del Barça tras la llegada de Xavi?

He visto casi todos sus partidos y me quedo, sobre todo, con la energía que vi desde el primer momento. La actitud de los jugadores y su predisposición cambió cuando llegó Xavi. Con el tiempo, el Barça juega muchísimo mejor y es fiel a la filosofía que todos conocemos del club, al juego de posición. Todos los jugadores entienden el plan de partido para buscar ventajas en diferentes zonas del campo. Las incorporaciones, además, han sido muy buenas. Xavi ha transmitido al vestuario el sentimiento de ‘somos el Barça y tenemos que ir siempre al 100% para ganar todos los partidos’. Los compañeros que conservo de mi etapa allí tenían claro que era cuestión de tiempo porque el equipo estaba trabajando muy bien.

¿Cuál es la principal virtud del Eintracht?

El Frankfurt es un equipo incómodo, muy presionante. Intenta vivir de esas recuperaciones en el centro del campo, aprovechándolas para salir rápido. El segundo punto fuerte y determinante del Eintracht es Kostic. La mayoría de los ataques se focalizan en su banda, la izquierda. Tiene muy buen centro y también mucha facilidad para disparar. Es un equipo peligroso en los centros, que ocupa muy bien las zonas de remate y de rechace. También destacaría que es un conjunto que marca muchos goles a balón parado.

¿Y el defecto más destacado?

Se sienten cómodos esperando y saliendo al contraataque, pero tienen más dificultades cuando son ellos los que deben llevar la iniciativa del juego. Suelen sufrir en defensa y lo harán más todavía contra la velocidad y la calidad de los delanteros del Barça. También ante el ritmo con el que suele circular el esférico desde que llegó Xavi. Un equipo como el Barça es perfectamente capaz de superar su presión y generarle muchos problemas atrás.

Más allá de Filip Kostic, ¿qué otro nombre propio destacaría del conjunto alemán?

Hay jugadores ofensivos que no llegan al nivel de Kostic pero están en un gran momento como Lindström, Kamada y Borré. Se mueven bien entre líneas, tienen dinamismo y se desenvuelven bien a la hora de ocupar espacios. En defensa, por ejemplo, Tuta y N’Dicka son jugadores fuertes y rápidos en las disputas individuales. Los dos pivotes están jugando bien, pero son más recuperadores que finalizadores.

¿La clasificación de la Bundesliga es justa con el Eintracht, que ocupa la novena plaza?

Su nivel de juego en algunos momentos de la temporada ha estado muy por encima. Han tenido fases irregulares durante el curso, pero por plantilla deberían estar entre dos y cuatro posiciones por encima por lo menos.