Adiós a Xavi: La nueva era acaba en sainete

Xavi consiguió que el Barça volviera a competir, pero no logró trasladar a su equipo el juego que lo definió como futbolista

Su mejor legado será la apuesta por futbolistas jóvenes como Lamine y Cubarsí que deben ser la estructura del futuro del primer equipo

El Xavi más serio a la salida de la Cuidad Deportiva. ¡Su cara tras la destitución es todo un poema!

@elchiringuitotv

Dídac Peyret

Dídac Peyret

En la madrugada del 5 de noviembre (01.47h) de 2021 el Barça comunicó el fichaje de Xavi. Este viernes, 29 meses después, anunció su destitución al mediodía (13.36 h.), de nuevo, haciendo volar por los aires las previsiones. Todos los caminos apuntaban al lunes, pero los acontecimientos se precipitaron.

Entre su llegada y su salida han pasado 930 días. Una etapa que empezó con altísimas expectativas y ha tenido un final triste. Con Laporta y Xavi desencantados, cada uno con sus agravios, y las dinámicas de una relación tóxica. Se va Xavi tras una etapa de contrastes y la sensación de no haber logrado trasladar el fútbol que mostró como futbolista a su etapa como entrenador.

El Barça vendió el relato de una trilogía que empezó con Cruyff, siguió con Guardiola y tenía que continuar con Xavi. Los tres han sido los mejores representantes de un estilo que ha sido el mejor anuncio del Barça al mundo. A pesar de haber entrenado solo al Al-Sadd, su fichaje tenía un gran valor simbólico.

Darle el equipo a Xavi escenificaba el regreso a las esencias, al camino empezado por Cruyff y sublimado por Guardiola. Y el momento, un Barça post-Messi en caída libre y desorientado, necesitaba recuperar la identidad.

Como entrenador Xavi se ha esforzado en alinearse con el estilo sobre todo con su mensaje. Pero ha habido una brecha insalvable entre cómo quería que jugara su equipo y lo que se ha visto en el campo en muchos momentos.

La gran ilusión

Xavi llegó en un momento de decadencia y logró que el Barça volviera a competir. Lo logró con una plantilla muy debilitada en sus inicios. Su sola presencia activó al equipo y generó una gran ilusión en el barcelonismo. En un Barça sin Messi y con recursos muy limitados, consiguió una reacción. La llegada de futbolistas como Aubemayang, Ferran Torres y Adama en el mercado de invierno impulsaron al Barça de Xavi.

Una mejora en la que se vio algunos de los momentos de juego más brillantes de la era Xavi. Meses después, el club cambió el relato: se pasó de hablar de reconstrucción a hacerlo de resultados tras inversiones millonarias en jugadores como Lewandowski, Raphinha o Koundé. Los éxitos llegaron con dos títulos, pero nadie vio venir que la primera Liga del Barça de Xavi destacaría sobre todo por los números defensivos. Xavi rompió con algunos pronósticos cuando tuvo la valentía de cambiar el rol de excompañeros como Jordi Alba y Piqué.

Tras imponerse al Madrid en la final de la Supercopa y ganar LaLiga se apuntó a un cambio de era. Durante las celebraciones algunos jugadores como Araujo lo dijeron abiertamente. Todo apuntaba a que el equipo seguirá creciendo, pero la última temporada de Xavi ha sido seguramente la más decepcionante porque disponía de más talento.

La mejor noticia ha sido haber llegado a cuartos en la Champions y la apuesta por jóvenes como Cubarsí y Lamine. Sin títulos por competir, y con una crisis de confianza entre Laporta y Xavi, la que tenía que ser la nueva era ha acabado en sainete.