Ricky: "Soy más maduro, pero mantengo la ilusión de cuando era niño"

Ricky Rubio reconoce que está viviendo un verano diferente. El hecho de no tener competición con la selección le permite dedicarse a su familia y a sus amigos. Eso sí, sin dejar de dedicar todas las mañanas a prepararse físicamente a fondo para la nueva temporada en la NBA que le espera –ya será la novena- y eso que parece que fue ayer cuando hizo las maletas con rumbo a la liga ‘pross’. Pero también Ricky ha emprendido una nueva experiencia personal: la ‘Ricky Rubio Foundation que fue presentada el jueves en Barcelona. Y en este escenario, el base tuvo tiempo para un hueco en su agenda y visitar SPORT.

En nuestro periódico se mostró tal cuál es: un tipo amable y espontáneo.  Que no niega ni un saludo ni una foto a nadie con su discurso directo de siempre, aderezado por la sabiduría que dan los años y la experiencia. El ‘Nen de El Masnou’ ha madurado, marcado por las vivencias y las experiencias –externas e internas- que le han tocado vivir. Y de ello habló…y también naturalmente de basket, el deporte que le apasiona desde niño y del cuál ha hecho su profesión.

Antes que nada hablemos de esa fundación que acaba de presentar. ¿Con qué filosofía nace?

Hace mucho tiempo que llevo pensando en que quería crear una fundación. Admiro a mucha gente que ha utilizado sus plataformas para hacer un bien a la sociedad y no sabía ni cuando ni porqué hacerla. Pero a raíz de la muerte de mi madre se me abrieron los ojos, ví que lo tenía que hacer ya, no dejarlo para más adelante. Tiene dos vertientes principales. Por un lado los niños, que siempre han sido mi devoción y el tema de la inclusión social en barrios desfavorecidos. Comencé el otro día en El Raval y tengo varios proyectos pensados. Y después en el tema del cáncer de pulmón que atacó a mi madre. Es una cosa que siento muy personalmente. Al tener la experiencia muy cerca en ese sentido creo que puedo ayudar a muchas familias. Más que nada para que no estén solas. También tengo muchos proyectos in mente en esta faceta.

Permítame un giro y hablemos de su profesión. Esa que se desarrolla a miles de kilómetros de donde estamos ahora. ¿Cómo está viviendo de lejos todo lo que sucede en la NBA?

Lo cierto es que el mercado ha vivido movimientos ilustres. Vamos evolucionando. El traspaso de LeBron James a los Lakers cambia la NBA y después el traspaso de Kahwi Leonard a Toronto. Todo eso le da a la liga un toque de novedad en muchos equipos.

Da la impresión de que, cada vez más, el desequilibrio entre la Conferencia Oeste y Este es más evidente…

Ahora lo hay . Pero eso puede cambiar en cuestión de dos o tres años. Es cierto que el Oeste ha sido muy duro pero, por ejemplo el mismo Leonard o Griffin han pasado al Este y todo eso puede ir influyendo en la futura evolución. A día de hoy, yo al estar en la Conferencia Oeste lo valoro mucho más  por que juegas ante los mejores más veces.

Sus Utah Jazz más bien están siendo un tanto conservadores en este sentido. Más mirando conservar la esencia del bloque que otra cosa…

Creo que la base es muy buena y han querido asentar un poco más el proyecto con un equipo que, todo y mostrar un nivel muy alto el pasado año, tiene mucho margen de mejora y cosas por demostrar.

¿Hablar de su franquicia como reales aspirantes al anillo es demasiado osado?

Es difícil de hablar de ser aspirante cuando tienes a Golden State que ha ganado tres de los últimos cuatro anillos. Pero sí es verdad que tenemos un equipo capaz, no de ganar el anillo ahora, pero sí de llegar lejos en los play-off.

Le queda un año de contrato y en la NBA nunca se sabe. ¿Le obsesiona este escenario de presente y el futuro?

Hace unos años estaría nervioso pensando en lo que podría pasar. Pero con la experiencia que tengo y que sé que en una semana, o un mes pueden cambiar tanto las cosas, ya no me preocupa lo que puede pasar más adelante. Ahora estoy contento y feliz en Utah…y sigo así.

¿Estamos viendo  la mejor versión de Ricky Rubio como jugador?

Un sí rotundo. Me he destapado bastante a la hora de tirar y eso creo que me ha ayudado a sacar todo el basket que tengo dentro. Pero aún creo que tengo más y quiero sacarlo a relucir. Y eso es un reto emocionante.

Las vacaciones no son únicamente para descansar. Nos consta que trabaja duro en su mejora. ¿En que aspectos se centra?

Este año, básicamente, físico en tema de piernas. Tener un verano sin selección te ayuda mucho a poder estar en el gimnasio mucho tiempo y poder trabajar físicamente sin tener que pensar que tienes que estar preparado al cabo de un mes. Es un trabajo de tres meses para poder tener unas piernas fortalecidas al nivel de exigencia de esta liga. Y después técnicamente y tácticamente continuar con la dinámica que llevo. Mejorar el tiro y añadir cosas al repertorio: desde un tiro a media distancia, una entrada, una ‘bomba’ de Navarro por decir algo adaptada a mi estilo.

Tiene 27 años, una sólida carrera en la NBA. La pregunta del millón. ¿Se retirará allí o se ha planteado volver algún día a Europa?

Mira. Lo único que me he planteado es que el último año espero poder jugar en El Masnou con mis amigos (risas). A partir de aquí, a nivel profesional, si no pienso en el año que viene imagínate el pensar cuando se acerque la retirada. Desde muy pequeño me preguntaban ¿Y que harás cuando te retires? Claro que tienes que tener un plan de futuro, pero realmente no sé como estaré físicamente dentro de cinco o seis años y si volveré a Europa. Sinceramente, en estos momentos, estoy muy cómodo allí. Dentro de unos años no sé si habré cambiado de opinión.

Hablemos  de los dos equipos por los que pasó en Europa antes de aceptar el reto de la NBA. La Penya, el club donde se formó,  esta temporada ha vivido al límite tanto a nivel deportivo como institucional. Ahora parece que está viendo la luz al final del túnel…

Ha sido una situación muy límite. Por que cuando las cosas no van bien a nivel económico es difícil que funcionen a nivel deportivo. Se juntó todo un poco. Es una situación delicada.  Deportivamente se ha salvado la situación. A nivel económico creo que no es suficiente con haberla superado. Lo importante es hacer un proyecto sólido que garantice el futuro.

Usted con el Barça conquistó la Euroliga en 2010, la última de la sección hasta el momento. Pero lo cierto es que las últimas temporadas han estado definidas por la inestabilidad…

Lo del Barça es una situación delicada en el sentido de que es un club que exige mucho, exige títulos cada temporada, por que si no es un fracaso. Y así montar un proyecto es difícil por que necesita resultados inmediatos. Pero dentro de eso creo que se ha de intentar construir un proyecto, dentro de mi humilde opinión, desde una base. Entonces habían  jugadores catalanes, que sentían el club. Trias, Sada, Navarro ,Grimau y que fueron los que tiraron adelante en momentos complicados. Hay que tener sobre todo una consistencia en el proyecto, no ir poniendo parches por que, al final, explota.

¿De aquel Ricky que marchó a la NBA hace ocho años al de hoy que metamorfósis ha habido?

Muchas cosas. Sí que sigue siendo el ‘nen’ y la ilusión es la misma, pero ahora es más maduro con más capacidad de entender las cosas, de que se pueden cometer errores y que no es tan perfeccionista.