Skoda Winter Test, el 4x4 de Papá Noël

Probamos toda la gama 4x4 de la firma checa, un sistema electrónico que reparte la potencia en función de la adherencia.

Skoda winter test un 4x4 para todo

Skoda Winter Test, un 4x4 para todo. / Skoda

Desde que en 1999 saliera a la venta el primer Skoda Combi 4x4 la firma checa puede presumir de haber entregado más de 700.000 modelos con este tipo de tracción, 127.000 unidades de las cuales se han vendido durante el pasado 2017. Entonces la gama todavía contaba con el  Yeti, que pasa a mejor vida ante la llegada del el recién estrenado Karoq (también con 4x4), el OctaviaKodiaq Superb. El modelo con más éxito a nivel global es el actual Skoda Kodiaq ya que el 60% de las compras demandan este sistema, capaz de cargar con hasta 2.500 kilogramos. Para probar las capacidades de todos su 4x4, nos desplazamos hasta Rovaniemi, la región europea puerta al Polo Ártico, donde reside Papá Noël y lugar ideal para los temerosos de la electrónica.

Skoda ofrece este sistema en un total de 13 modelos si tenemos en cuenta todas las variaciones de carrocería y variantes deportivas de cada uno de ellos. Gracias a tan amplísima oferta, la firma del grupo Volkswagen consigue estar presente con su solución tracción total en todos los segmentos en los que compite menos con el Fabia. Durante la jornada de contacto sobre nieve y hielo pudimos conducirlos casi todos a lo largo de 4 actividades: tramo Off-road2 circuitos y drift. Actividad tras actividad el sistema 4x4 iba tomando partido y resultando más útil, con especial atención a la prueba de la aceleración. Si en asfalto las diferencias entre un tracción total y un delantera son palpables se pueden imaginar lo que sucede que le añades terreno resbaladizo. La batalla entre David y Goliat tendría poca épica en este caso.

El sistema 4x4 de Skoda es adaptativo no permanente y su funcionamiento es idéntico al 4Drive de Seat. En función de los datos recopilados por los sensores es el propio vehículo el que reparte la cantidad necesaria de potencia a cada rueda, una por una, para salir airoso de cualquier imprevisto. Ante condiciones de terreno favorables las dos ruedas delanteras adoptan casi el 100% de la responsabilidad pero ante la pérdida de adherencia el reparto puede llegar a ser del 50-50 entre ambos ejes. Si el tema se complicara y 3 ruedas perdieran contacto el distribuidor sería capaz de sacarnos del apuro enviando el par a la rueda indicada.

SIEMPRE LATENTE

Si bien es cierto que toda esta tecnología salva vidas a diario, en un circuito puede llegar a ser demasiado intrusiva. Cualquier estrenado conductor podría sentirse Jari-Matti Latvala gracias a la constante actuación del control de tracción y estabilidad pero el crono penalizaría a cualquier conductor hábil con ganas de marcha. Es por ello que Skoda ofrece la oportunidad de desconectar estos sistemas pero con una condición: que su presencia esté latente ante cualquier error grave. Pese a ese 20% de electrónica insalvable es magnífico ver las capacidades del Superb o el Octavia (ambas mejor en la variante Combi) para afrontar un circuito de nieve sin hablar siquiera de sus motores más potentes.

Destacable es también la gracia que tiene el Skoda Kodiaq para realizar una prueba de drift casi perfecta, siendo realmente fácil conectar con el pedal del acelerador para hacerle danzar sobre las aguas heladas de un lago. En terreno off-road también se mostró cumplidor junto a su hermano pequeño, el Skoda Karoq, y en otro circuito menos exigente pudimos comprobar las diferencias entre el modo de conducción Normal Snow. Este último ejerce tales modificaciones en el agarre, suspensión y dirección que parece clavar el coche al suelo, como si de asfalto se tratara.

Sin duda Skoda es la marca coherente por excelencia. Sin estridencias en su diseño, con un concepto funcional muy acertado, precios de derribo y un sistema 4x4 accesible, sus modelos han conquistado al comprador más aventurero. No es de extrañar.