Coches y libros unidos por hilo y papel

El 23 de abril se celebra el día de Sant Jordi y los libros cobran gran protagonismo. En un primer momento, la industria del automóvil no tiene mucho en común con la literatura, pero al profundizar en el desarrollo de cada uno de estos sectores encontramos algunos coincidencias. La artesanía está presente en estos dos mundos que parecen tan alejados. 

Tanto el diseño de un coche como el inicio de un libro empiezan con un papel y un lápiz. Los primeros bocetos de un vehículo son clave para conseguir el resultado final, como también es importante las primeras palabras de una novela.

El cuero, las telas y la aguja son elementos comunes que comparten estos dos sectores. Para la tapicería de un coche es necesario un kilómetro de hilo. En el atelier de Seat hay 250 bobinas de 100 colores diferentes. Para la configuración de los volantes se emplea una aguja curva y la costura alemana, que es la que muestra más hilo a simple vista. Para la encuadernación de un libro se necesita un metro de hilo, las páginas agrupadas en cuadernos se cosen a máquina, aunque algunas obras son tan delicadas que es necesario coserlas a mano. 

Geòrgina Olivé trabaja en el taller artesano Relligants Olivé encuadernando libros. Creció en el taller de encuadernación de su padre rodeada de papeles, tintes y diferentes herramientas. Nick Allen lleva 35 años dedicándose a la creación de interiores de coche. Esta experiencia es la que a estos dos profesionales les otorga grandes conocimientos para saber a la perfección las claves de sus trabajos. "Con sólo tocar cada pieza puedo notar su calidad y saber cómo va a funcionar en la máquina de coser" comenta Nick Allen. 

Estos dos mundos también comparten unos valores necesarios para lograr con éxito el resultado final. La paciencia y la sensibilidad son habilidades necesarias entre los profesionales tanto de la creación de novelas y cuentos como entre los profesionales que se encargan del desarrollo de un vehículo.