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Consejos para conducir seguros en invierno

En invierno oscurece más temprano, lo que influye en nuestros hábitos de conducción, aumentando sus riesgos.

Conducción nocturna.

Conducción nocturna. / PXHERE

Conducir de noche multiplica los peligros con los que nos podemos enconrar durante la conducción. Ahora, oscurece muy temprano, por lo que la percepción visual a partir de media tarde ya se reduce en gran medida, disminuyendo nuestra agudeza visual y nuestra capacidad de reconocer los colores debido a que los ojos y el cerebro tienen que hacer un mayor esfuerzo para ser eficientes. Además, se suma el factor de la fatiga. Estamos acostumbrados a dormir entre las tres y las seis de la madrugada. Así que, cuando cambiamos este hábito por una jornada de conducción, resulta normal que nos cansemos más de la cuenta. Sin embargo, conducir de noche también ofrece ciertas ventajas, como por ejemplo que hay menos tráfico en la carretera y, por lo tanto, podrás conducir más tranquila y relajadamente.

Aun así, los inconvenientes están ahí y debemos combatirlos de la mejor manera posible. Por ello, desde Motor Zeta, te ayudamos con estos diez consejos que te servirán de mucho en tus trayectos nocturnos, ahora que la aguja de nuestro reloj se ha adelantado una hora.

Reduce la velocidad. Debes respetar los límites de velocidad que indiquen las señales de circulación e, incluso, reducirla un poco más que si el trayecto se estuviese realizando a plena luz del día, aunque sin entorpecer el tráfico.

Mantén la distancia de seguridad con los demás usuarios. La distancia existente con el vehículo que te preceda no debe ser en ningún caso menor a tres segundos.

Aumenta la frecuencia de mirada por los retrovisores. Deberás tener en cuenta todos y cada uno de los espejos y tenerlos controlados con frecuencia para detectar otros vehículos en la calzada, así como cualquier sobresalto con el que te puedas encontrar.

Aumenta la frecuencia de las paradas. Es muy recomendable que realices una parada cada dos horas, con la intención de descansar, despejar la mente y estirar las piernas tras mucho rato conduciendo.

Al atardecer, enciende las luces de cruce. No esperes demasiado para encenderlas, sino que es recomendable hacerlo ante el primer síntoma de escasa visión.

Para si aparecen síntomas de fatiga. Realiza una parada si notas demasiado cansancio. Además, te puedes ayudar tomando algún alimento o alguna bebida energizante.

Para si aparecen síntomas de somnolencia. Lo mismo sucede si sientes síntomas de somnolencia. Descansa el tiempo que sea necesario y, en caso de que esto no sea suficiente, duerme.

Usa las luces largas si es posible. Es importante que utilices las luces largas en carreteras donde no hay posibilidad de deslumbrar a otros usuarios. De esta manera, aumentará tu percepción nocturna.

Quita las luces largas en adelantamientos. Aunque debes tener muy en cuenta que lo más importante a la hora de poner las luces de largo alcance es no molestar a los demás. Por lo que, cuando te cruces con otro vehículo, quita las largas para que no exista riesgo de deslumbramiento.

Reduce la intensidad de la luz del cuadro de instrumentos. Mientras más luz hay en el interior, peor se ve en el exterior. Por lo que es esencial que disminuyas al máximo la luz del interior de tu vehículo cuando conduzcas de noche.