Elaine Thompson ya osa amenazar a la mítica 'Flo-Jo'

En el atletismo hay una serie de récords que posiblemente no se batirán nunca al haberse logrado en épocas en las que algunas atletas eran ‘farmacias andantes’ y el mejor ejemplo es el de disco que estableció la alemana democrática Gabrielle Reinsch en 1988 con 76,80 (la mejor de este siglo es la genial croata Sandra Perkovic con 71,41).

Después hay una serie de marcas míticas como los 2,45 del cubano Javier Sotomayor en altura, los 8,95 del estadounidense Mike Powell en longitud o las dos del jamaicano Usain Bolt en 100 (9.58) y en 200 (19.19) que permanecen al frente de los rankings. 

Y, por últimos, encontramos otras que han sido defenestradas, como los 6,14 del ucraniano Serguei Bubka en pértiga que ha borrado el genial sueco ‘Mondo’ Duplantis (6,15) y que amenaza con seguir mejorando este 'pájaro volador' de tan solo 21 años.

Y en esta secuencia de mitos, el nombre de la estadounidense Florence Griffith permanece como un caso único marcado por sus sensacionales registros y las fundadas dudas pese a que nunca dio positivo. Eso sí, se retiró con 29 años en la cresta de la ola cuando los controles empezaron a detectar nuevas sustancias. Y murió de forma extraña con tan solo 38 si bien la autopsia reveló que la causa fue una enfermedad epiléptica.

Con una imagen extravagante y unas uñas de varias pulgadas, ‘Flo-Jo’ tambaleó el atletismo al colgarse el oro en 200 metros en los Juegos de Seúl 1988 con 21.34. También fue campeona en el relevo corto y en 100 metros, prueba en la que acababa de rebajar el récord mundial a unos estratosféricos 10.49 en los Trials. Con esa marca, habría sido plata en 2020 en los Campeonatos de España... ¡en categoría masculina!

Ambos registros llevan 33 años como récords mundiales con una sensación similar a la que provocan la citada Reinsch... o la soviética Natalia Lisovskaya en peso (22,63 en 1987 cuando la mejor marca de los últimos 11 años es 21,24, de la gigantesca neozelandesa Valerie Adams). 

Sin embargo, la jamaicana Elaine Thompson-Herah se acercó a tan solo cinco centésimas del récord de Griffith de 100 metros con los 10.54 con los que detuvo el crono en Eugene en la Diamond League.

La triple campeona olímpica en Tokio (100, 200 y 4x100) tiene 29 años y ya se había colgado los dos oros individuales en Río tras varios años a la sombra de la otra genial atleta como su alegre compatriota Shelly-Ann Fraser-Pryce (perdió su sonrisa al ser derrotada en la pasada final olímpica de 100).

La pregunta parece obvia. ¿Está en condiciones Thompson de batir el récord mundial del hectómetro? Teniendo en cuenta que en Eugene se corrió con un viento de +0,9 m/s, la marca de ‘Flo-Jo’ habría estado al caer con un metro más. Además, la caribeña está en su mejor momento y no parece tener rival. Con reparos, la respuesta debe ser ‘sí’.