La noche en la que el Barça ya pudo con el PSG de Mbappé

El FC Barcelona y el PSG van a volver a protagonizar un apasionante duelo de cuartos de final de la Liga de Campeones. Ambos conjuntos se enfrentarán el próximo 10 de abril en el Parque de los Príncipes, en el partido de ida, y la vuelta tendrá lugar seis días después, el 16 de abril en el estadio de Montjuic.

La eliminatoria lo tiene todo. Dos grandes equipos frente a frente, la vuelta de Luis Enrique y Dembelé y por encima de esto, el morbo de ver a Mbappé enfrentándose al Barcelona, algo que algunos aficionados del Real Madrid ya ven como el primer servicio del delantero francés antes de recalar en el Santiago Bernabéu este próximo verano. Y, por si fuera poco, el choque les llega a ambos conjuntos en el mejor momento de la temporada. Los franceses, además de dominar con facilidad su Liga, demostraron un gran nivel en la eliminatoria de octavos ante la Real Sociedad y el Barça de Xavi, ha mejorado sus estadísticas en la Liga española, y en el cruce ante el Nápoles en octavos fueron netamente superiores a los italianos, tanto en el partido de ida como en la vuelta. Aún así, el efecto Mbappé parece que puede ser determinante, al menos si nos fijamos en los pronósticos de Betfair, que dan muy favorito al PSG para el partido da ida con una probabilidad implícita del 51,28% por un 29,41% de los culés.

El Barça ya supo frenar al astro francés                          

Todo el planeta recuerda el último precedente entre ambos conjuntos con Kylian Mbappe asaltando el Camp Nou. Aquella noche, de febrero de 2021, el delantero destrozó el Barça con un ‘hattrick’, en un partido de infausto recuerdo para los culés que terminó con goleada francesa, 1-4, quedando tambíen para la posteridad aquella imagen de Gerard Piqué intentando agarrar al crack francés para que éste no se le escapara.

Sin embargo, y a pesar del resultado de ida en el Camp Nou, el Barça fue a París unas semanas después con la firme intención de darle la vuelta a la eliminatoria y aunque fuera incapaz de conseguirlo, los azulgranas, liderados por un excepcional Messi, si lograron sembrar el terror en el Parque de los Príncipes. Aquel día, el Barcelona dejó a un lado todos sus complejos en Europa, y saltó al verde a tumba abierta, decidido a atacar sin miedo alguno al PSG del temible Mbappé. Enseguida se hizo con el control del juego y Dembelé (en aquel momento en las filas del Barça) despilfarró varias ocasiones que pudieron haber puesto por delante al equipo azulgrana. Los primeros 30 minutos fueron memorables del Barça, llegando a darle un auténtico repaso a los franceses, pero un penalti de Lenglet sobre Icardi fue aprovechado por Mbappé colocando así el primero en el marcador.

Un instante que lo pudo cambiar todo

El tanto del PSG parecía que podría ser el final del ímpetu blaugrana, pero nada más lejos de la realidad. Apenas unos minutos después Messi sacó la varita mágica marcando un golazo desde fuera del área, para empatar el partido y seguir acosando la portería de un Keylor Navas apesadumbrado por el vendaval culé. Y así se llegó al momento decisivo de este encuentro de vuelta y quizá de la eliminatoria. Messi tuvo en sus botas la posibilidad de anotar desde el punto de penalti para poner a su equipo en ventaja antes del descanso, pero el ‘tico’ fue capaz de detener el lanzamiento del argentino para desesperación de los aficionados culés, que habían visto como el Barça había dado una auténtica lección al PSG de Mbappé en el primer tiempo, pero con un resultado estéril, puesto que el electrónico reflejaba un empate a uno.

En el segundo tiempo el PSG, consciente de que estaba jugando con fuego, reaccionó y supo templar a un Barça que, en esta ocasión, si quedó mermado, tras el penalti marrado por Messi. Aún así los azulgranas intentaron volcarse de nuevo en ataque para al menos llevarse el partido, pero el encuentro finalmente acabaría con el mismo resultado que al descanso, 1-1. El Barça cayó eliminado y fue el PSG el equipo que pasó a la siguiente ronda, pero los azulgranas, al menos lavaron su estrepitosa imagen del encuentro de ida, siendo capaces de imponerse en el juego a su rival y controlando perfectamente a la ‘bestia’ Mbappé que solo pudo anotar de penalti y que ni mucho menos tuvo su mejor partido.