La lección de humildad de Guardiola que Xavi y el FC Barcelona no deben olvidar

El primer súper proyecto de Guardiola en el FC Barcelona inició con un enorme fiasco: derrota 1-0 ante el Numancia y multitud de dudas sembradas en el club.

Desde entonces Guardiola hizo del respeto máximo a sus rivales una de las máximas con las que cimentar el mejor año de la historia culé, el del sextete.

Xavi recibió el cariño de la afición del Camp Nou

Xavi recibió el cariño de la afición del Camp Nou / David Ramírez

Betfair

El FC Barcelona se estrena el próximo sábado en Liga (21:00, ante el Rayo en el Camp Nou) con la sensación de ser un equipo casi perfecto. La maquinaria culé se ha engranado a las mil maravillas en un verano de agitación mercantil como pocos (Lewandowski, Raphinha, Koundé…). Después de dos temporadas de grises perspectivas, la afición está desatada en la esperanza. Tanto, que en los pronósticos de Betfair sus probabilidades de victoria son mayores que ningún otro equipo en la primera jornada.

El triunfo azulgrana cotiza a una cuota de 84% de probabilidad implícita frente al triunfo de los de Iraola. Que el Rayo dé la sorpresa y asalte el Camp Nou como sucedió el curso pasado cotiza a 7% de probabilidades implícitas. El triunfo del Rayo es, de la primera jornada, el resultado más improbable en los pronósticos, lo que da cuenta de la dimensión que tiene este FC Barcelona desatado. Buena noticia ante la que Xavi Hernández y sus chicos deben tener cuidado y, sobre todo, humildad.

La lección del Numancia

Es la lección que ya sacó Pep Guardiola cuando, en 2008, se estrenó al frente de los azulgranas como entrenador del primer equipo. Su primer partido de Liga, ante el Numancia, en Soria, acabó en derrota (1-0) y frenazo de sus expectativas pese a la profunda renovación que hizo el club en aquel verano. Fue el año de las salidas de Ronaldinho y Deco y de los fichajes de Piqué, Alves, Touré, amén de la eclosión de Messi, Busquets, Pedro o entre otros.

El resultado resultó un duro golpe que, paradójicamente, ayudó al equipo a trabajar con prudencia hasta constituir una de las bases en las que se cimentó el éxito de aquel Barça histórico que acabó ganando el triplete: el respeto por el rival. Porque, desde esa tarde en Los Pajaritos, Guardiola ya no se fio de ningún enemigo, por modesta que fuera su estructura.

Guardiola, el rey de la prudencia

“La responsabilidad es únicamente mía. El fútbol es mucho más complicado que decir ‘tenéis que hacer o no hacer esto’ y que los jugadores lo hagan. A veces no lo hacen, pero no porque no quieran. El día que note que los jugadores no hacen lo que digo porque no quieren, empezaré a estar preocupado”, entonó días después Guardiola tras una derrota que disparó su prudencia.

De hecho, eran ya casi paródicas sus comparecencias de prensa en las que aplaudía y elogiaba a rivales de Segunda B en Copa del Rey como si se tratasen de rivales de Champions. Tal fue la obsesión de Pep por no repetir tropiezos como el de Soria, un resultado, la derrota, que el Barça no probó en Liga ya hasta el mes de enero de 2009, cuando cayó por 1-2 ante el Espanyol en el Camp Nou.

El cambio de discurso de Xavi

En el partido de Soria estuvo presente el propio Xavi Hernández, titular y uno de los hombres que habló en zona mixta. “Es una derrota. Empezamos mal. Pero hay que recuperar como sea los puntos en casa. Y empezar con la dinámica ganadora cuanto antes”, dijo poco después de tirar de algunos de los argumentos que más ha repetido a lo largo de su carrera.

“Hemos tenido unas 14 oportunidades y ellos sólo una. El césped estaba seco y cuando un equipo se te encierra atrás es muy difícil”, comentó. Ahora su forma de ver el fútbol ha cambiado y su verbo se parece más al que esgrimía Guardiola, que al tradicional del Xavi futbolista.

“Estamos en una buena dinámica de juego y de resultados, pero hay que seguir trabajando para que esto funcione. Las sensaciones son buenas, sí, pero no hay que bajar el ritmo ni la intensidad durante los 90 minutos”, comentó Xavi tras ganar el Gamper al Pumas de México por un rotundo 6-0.

Ese resultado y el global de una pretemporada excelsa han recortado al máximo las distancias entre Real Madrid y FC Barcelona en los pronósticos de Betfair. El vigente campeón se mantiene como favorito a revalidar el título (probabilidad implícita del 48%), pero con los culés muy cerca, rozando el empate técnica (probabilidad implícita del 42%).