El Plan de Fernando Alonso con Alpine llega a su fin

El asturiano se marcha de la escudería francesa tras ver que es imposible que sean competitivos en los próximos años. Firma con Aston Martin bajo la promesa de una revolución

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"Yo vuelvo para intentar ganar, no he venido a hacer turismo", fueron las palabras que dijo Fernando Alonso allá por el verano de 2020 cuando decidió volver a la Fórmula 1 de la mano de Alpine. El asturiano tenía la vista puesta en un cambio de normativa que en 2022 presuntamente igualaría las fuerzas y que permitiría sorpresas.

Estamos en el ecuador de la temporada 2022 y Fernando Alonso ha visto cómo el equipo francés por un podio o por un triunfo. Son el cuarto o quinto coche de la parrilla tras Ferrari, Red Bull y Mercedes y tiene pinta de que va a seguir siendo así bastante tiempo.

Para Alonso luchar a cara de perro con los McLaren cada fin de semana por obtener un puñado de puntos se ha convertido en una rutina aburrida. Más si cabe sabiendo que su compañero Esteban Ocon no le ayuda lo más mínimo en las carreras y hace todo lo posible para sacarle del circuito.

El asturiano ha tomado la decisión de fichar -utilizando un símil futbolístico- por el Manchester City de 2010 esperando que Aston Martin pueda progresar mucho más. Presupuesto hay de sobra con un mecenas como Lawrence Stroll -una de las 1.000 personas más ricas del mundo- poniendo el dinero y fichando ingenieros de grandes equipos a golpe de talonario. También hay instalaciones nuevas que se estrenarán en 2023 en las cercanías de Silverstone y además llevan un motor fiable como el de Mercedes.

La cara B de Aston Martin

¿Qué problemas se puede encontrar Alonso? Que Aston Martin tiene como piloto compañero al hijo del dueño, el imprecedible Lance Stroll, y que la mayoría de sus directivos provienen de la época de McLaren de Ron Dennis con los malos recuerdos que eso puede evocar al bicampeón del mundo.

Aston Martin tiene un tremendo margen de crecimiento porque cuentan con el dinero y seguramente Alonso trate de ganarse al bueno de Lawrence Stroll para que financie sus aventuras lejos de la F1 como la Indy 500. El asturiano se ha asegurado lo que Alpine no lo daba tampoco: un contrato multianual.

En la escudería francesa se han quedado compuestos y sin novia. Creían tener apalabrado a Fernando para un año más y ahora tendrán que poner en su lugar a un Oscar Piastri que tenía pie y medio en Williams vía cesión. Los galos van a tener unos meses calientes de aquí al final de temporada con la caliente relación entre Alonso y Ocon.

Se abre un nuevo universo de posibilidades para un Fernando Alonso que volverá a estar en manos de las afiliadas plumas inglesas -recordemos que Aston Martin es de las islas- y que necesitará justificar cómo ha podido pasar del cuarto equipo de la parrilla al noveno sin que parezca un movimiento en busca de un plan de pensiones.