Los tres pecados que han condenado al Andorra

El equipo del Principado cuenta los días para confirmar su descenso matemático de categoría después de una recta final de temporada decepcionante

El milagro que necesita el Andorra

Los tres pecados que condenaron al Andorra

Los tres pecados que condenaron al Andorra / Andorra FC

Alguer Tulleuda Bonifacio

Alguer Tulleuda Bonifacio

Sin muchos más argumentos a los que agarrarse, el Andorra cuenta desde ahora los días para confirmar su descenso matemático de categoría. El equipo tricolor, salvo milagro impensable estas últimas tres jornadas, no conseguirá el objetivo esperado esta campaña, un curso decepcionante que ha puesto en duda muchas de las decisiones tomadas por el equipo.

El fracaso del Andorra esta temporada se explica, en gran parte, por el retraso en la toma de decisiones por parte de la junta directiva del club. Se quiso aguantar a Eder Sarabia, artífice del ascenso a Segunda División, a pesar de unos resultados que ponían en peligro la estabilidad del equipo. La confianza en el vasco siempre ha sido completa, quizás sobrelimitada teniendo en cuenta la situación en la clasificación, una decisión que ha costado caro al Andorra a final de temporada. La llegada de Ferran Costa ilusionó a la afición, aunque con tan poco margen de reacción era impensable un cambio radical de dinámica.

Los errores condenan al Andorra

El club intentó reconducir la senda del equipo demasiado tarde, aunque los errores empezaron después de un mercado de invierno decepcionante. Llegaron jugadores como Jorge Pombo o Jon Karrikaburu, ambos llamados a liderar al equipo en la segunda mitad de temporada. El resultado se explica en los dos únicos tantos conseguidos entre ambos, un rendimiento alejado de las expectativas que ha lastrado al conjunto tricolor.

Precisamente la falta de efectividad goleadora ha sido el tercer pecado que ha condenado al Andorra esta temporada. Solamente el Alcorcón ha sumado menos tantos que los del Principado en todo el campeonato, a pesar de que el Andorra tampoco se ha caracterizado por ser un equipo que no llegase a tener oportunidades de gol en los partidos. La inoperancia arriba, sumada a la fragilidad del equipo atrás, han condenado a un equipo camino de vuelta a 1ª RFEF.