LIGA ENDESA

El Madrid gana desde el perímetro antes de los cuartos de la Euroliga

Trey Thompkins bota ante la oposición de Maxime de Zeeuw

Trey Thompkins bota ante la oposición de Maxime de Zeeuw / EFE

EFE

El Real Madrid ha derrotado este domingo al Monbus Obradoiro por 94-70 al tiempo que se ha reconciliado con la línea de 6,75 metros después de que en los dos últimos partidos sólo anotara cuatro triples en cada uno.

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LIGA ENDESA

94
70
Alineaciones
REAL MADRID, 94
(20+25+26+23): Campazzo (15), Rudy Fernández, (14), Deck (2), Thompkins (9), Tavares (9) -cinco inicial-, Causeur (6), Yusta (7), Felipe Reyes (6), Ayón (11), Carroll (11), Prepelic (2) y Pantzar (2).
MONBÚS OBRADOIRO, 70
(22+21+13+14): Albert Sàbat, Simons (12), Hlinason (2), Singler (17), Llovet -cinco inicial-, Obst (6), De Zeeuw (14), Spires, Navarro, Pozas (2), Brodziansky (11) y Vasileiadis (6).

De esta forma, el equipo de Pablo Laso sigue segundo con una victoria más que el Baskonia, pero a dos más la diferencia de puntos particular de un Barça Lassa que sigue liderando la Liga Endesa con puño de hierro tras su triunfo del sábado en la pista del Tecnyconta Zaragoza por 86-91.

Sin embargo, en este choque previo a los dos primeros partidos de cuartos en Madrid ante el Panathinaikos, las canastas de tres puntos sí han sido protagonistas con 14 para los locales con un 44% de acierto y 16 para los gallegos (37%).

Un triple de Trey Thompkins seguido de una gran defensa que acabó con la posesión del Monbus Obradoiro sin que el equipo santiagués pudiera tirar a canasta fue el mejor inicio para el Real Madrid. 'El Obra' pasó rápidamente al ataque mostrando la que sería su mejor arma, el triple. Ben Simons y Kyle Singler anotaron los dos primeros para poner a los gallegos por delante en el marcador, 5-6 (2:30).

Igualdad hasta el descanso

A partir de este momento, la línea de 6,75 metros pasó a ser el centro del partido, por los lanzamientos y acierto del equipo de Moncho Monsalve y por la poca puntería, desde esa misma distancia, del Real Madrid de Pablo Laso. Simons lo hizo todo triple en los primeros cinco minutos, al anotar tres triples sin fallo y al cometer tres personales que le mandaron al banquillo y dejaron a su equipo sin un tirador y anotador enchufado.

El Madrid amparado en Facu Campazzo y Walter 'Edy ' Tavares se agarró al partido y acabó el primer cuarto con 20-22 y 6/12 en triples de los gallegos por 3/9 de los locales. En el segundo cuarto, el Madrid sufrió cuando Campazzo tuvo que ir al banco para tomarse un respiro. Klemen Prepelic sigue sin tener confianza en el puesto de base y su equipo y los rivales lo notan.

El Obradoiro siguió jugando a lo suyo, al triple, y la verdad es que le salió bien. Acabó los primeros veinte minutos de juego con un gran 11 de 24 (46%) y sólo 4 canastas de 2 de 11 intentos. El Madrid mejoró algo en esta faceta, 4 de 8 en el segundo acto, y gracias a un triple de Rudy Fernández.

Antes, Laso ordenó una presión a toda cancha que rápidamente se convirtió en una zona, que sorprendió al Obra y permitió el triple de Rudy y la ventaja. Lo primero que hizo Simons en su vuelta a la cancha, en el inicio del tercer acto, fue clavar otra canasta de tres puntos, quizá como aviso al Madrid de que su estancia en el banquillo no había enfriado su muñeca caliente. Claro que un minuto después cometió su cuarta falta personal.

El Madrid sentencia

Thompkins y Rudy comenzaron a pagar al Obradoiro con la misma moneda y sendos triples suyos significaron el 51-46 (22:30), la mayor ventaja madridista del partido. El juego ofensivo del Real Madrid comenzó a fluir de forma continua, al tiempo que la defensa exterior ahogó las líneas de pase del equipo gallego y, por tanto, su efectividad desde los 6,75 metros.

La traslación al marcador fue rotunda, 64-48 (27:30), tras un parcial en estos minutos del tercer acto de 19-5. Al final de este periodo, 71-56. Reconciliado con el triple, tanto a favor como en contra, Laso pudo seguir con su plan de no cargar de minutos a los jugadores más castigados, amparado en un marcador que ya no ofreció dudas, 76-56 (m.32).

Volvió Simons para tratar de acompañar la soledad anotadora de Singler, pero el Obradoiro ya estaba tocado en la línea de flotación y nada pudo hacer. El Madrid recuperó el acierto desde el exterior con 14 de 32 (43%) y consiguió una victoria importante por 94-70 antes de los cuartos de la Euroliga ante el Panathinaikos griego que comienzan el próximo miércoles.