EL FÚTBOL ES ARTE

Miedo al banquillo

El tridente del Barcelona lo acapara todo

El tridente del Barcelona lo acapara todo / sport

Xavi Torres

"¿Oferta del Barça? Y... ¿para qué me quieren?". Escena real de una conversación entre un prestigioso delantero que juega en Europa y su representante. No, no es Marco Reus (Borussia Dortmund), para evitar malos entendidos. Sirva de ejemplo para ilustrar el sentimiento que hoy respira el fútbol mundial respecto al triplete atacante más importante del mundo. El Barcelona tiene un problema… pero ¡bendito problema!

La aportación de Leo Messi, Neymar y Luis Suárez produce pánico en los rivales. Los 94 goles (47 el argentino, 28 el brasileño y 19 el uruguayo) son el mejor ejemplo de lo que es el actual Barcelona, una máquina de rematar que ha acabado comiéndose el método. El equipo ya no es un productor de fútbol sino más bien un conjunto que ataca y defiende, extraordinariamente contundente en ambas áreas y que, a pesar de todo, mantiene por inercia ciertos mecanismos de posesión de balón que le sirven para ganar la estadística en este capítulo pero no como esencia de lo que se pretende. Y así, de esta manera, Luis Enrique y su equipo, ganan. Y como hay resultados, hay paz. Bienvenida pues. 

Esta dictadura de la delantera, sin embargo, plantea una situación que, visto lo visto, afecta lo que afecta. Sabemos que el Barça no puede fichar hasta enero de 2016. Aun así, los nombres de Reus o Paulo Dybala (Palermo), delanteros codiciados, han salido a la palestra y parece que sus respuestas empiezan a ser evidentes. ¿Ir al Barça para ser suplente (porque es evidente que estas tres bestias son intocables)? ¿Para dar descanso a los cracks? ¿Para no estar en los grandes partidos? Pues sí. Para esto. Pedro, campeón de todo siendo protagonista, sabe lo que están sintiendo los delanteros del mundo. Los futuros fichajes para estas posiciones serán descartes (tipo Llorente -Juventus-), retorno de cesión (tipo Deulofeu -Sevilla- o Tello -Oporto-) o ascensos del Barça B (tipo Adama, Munir o Sandro). Y no hay que darle más vueltas. El resto, clave electoral.