SIEMPRE DE CARA

Siempre nos queda el sofá de Messi

Leo Messi, en su domicilio

Leo Messi, en su domicilio / sport

Tomàs Andreu

¡Vaya día!. ¡Vaya semana!. Nada como un parón de selecciones tras derrota liguera como para agitar todas las aguas del club. Ni tan siquiera las ayuditas del Real Madrid alivian el malestar que planea sobre Can Barça. Entre lesiones, 'mangoneos' federativos y los siempre oportunos amigos de Hacienda, casi que mejor preparar la previa frente al Rayo prevista para dentro de diez días.

Preocupados por la mala imagen del equipo en Sevilla, preocupados por el estado físico de Messi, el mejor jugador del mundo, preocupados porque Hacienda sigue peinando a Mascherano y, no contenta, incluso amenaza con prisión a Messi. En fin, un carrusel de tragedias que nada tienen que ver con un agradable impasse entre jornadas de Liga y partidos de Champions.

Solo dos motivos para calmar los ánimos en el seno blaugrana. El primero, y sin que sirva de precedente, me gusta la idea de afrontar el mercado invernal con tranquilidad, reposando los informes deportivos y analizando con calma el mercado. El simple hecho de elaborar una lista de candidatos a fichar en enero con un mes por delante me relaja. Ahora solo falta que Robert se moje en su decisión, Luis Enrique dé el visto bueno y la directiva pague el precio final.

Y, por último, el consuelo decisivo: no tienen precio las fotografías de Messi reposando desde el sofá, sonriente y como si lanzara un mensaje simple: tranquilos, muy pronto estoy de vuelta. Eso sí que me calma, eso sí que me hace mandar al carajo a todos aquellos que sueñan con un Leo desquiciado por Hacienda, un Bartomeu eludiendo responsabilidades y un Robert Fernández escudriñando un refuerzo entre una lista de exfutbolistas.