La cantera exige valor... o hacer caja

El barça vuelve a la carga. El club necesita hacer caja con cierta urgencia para acudir al mercado en busca de un refuerzo de última hora. Y para ello, nada mejor que desprenderse de un activo de la primera plantilla, con poca presencia en el campo, para ganar solvencia en las arcas. La historia se repite en los últimos veranos: Cesc, Pedro... Ahora parece que ha llegado el momento de Sandro.

Criticar al club por desprenderse de una promesa como Sandro es fácil. Discurso simple, populista, de esos que sale gratis y sirve para quedar bien en casi todos los entornos. ¡Visca la cantera!  

No me gusta y, por tanto, no lo compro. Defiendo la cantera como el que más pero, por encima de todo, el modelo de éxito del fútbol base solo tiene sentido si el técnico del primer equipo confía a muerte en él. Y a día de hoy, Luis Enrique ha demostrado que los principales valores del Barça B –con permiso de Munir y Sandro– no están en condiciones de garantizar minutos de calidad en su primera plantilla. Y ahí estoy completamente de acuerdo con él. Un equipo que baja a Segunda B y tiene problemas para mantener la categoría no está para grandes concesiones. 

La realidad es cruda y exige soluciones drásticas. El fútbol base debe incorporar calidad y, mientras tanto, el Barça debe rentabilizar aquellos jugadores sin perfil del primer equipo. A partir de ahí, a exigir todo el valor del mundo a Luis Enrique.