Roland Garros

Ernests Gulbis: "El 'Big Four' son un coñazo"

El tenista letón, rival el miércoles del francés Gael Monfils, es todo un personaje. Dotado de un talento excepcional que podría llevarle a lo más alto, ha sido también un 'bon vivant', algo que parece haber cambiado tras el ultimátum de su madre. Lo que no cambia, ni probablemente cambiará, es que jamás se ha mordido la lengua.

Neus Yerro

Ernests Gulbis, genio de la raqueta y figura fuera de las pistas. Este letón de 24 años tiene un talento extraordinario para el tenis que debería haberle llevado hace tiempo a los puestos de honor del circuito masculino. Pero él no necesita el tenis para vivir... y bien. Su padre es multimillonario y el chaval encontró una afición en el tenis que fue desarrollando poco a poco, sin abandonar la buena vida: salidas nocturnas, detención en Estocolmo por haber tenido tratos con una prostituta, escaso compromiso con su carrera... En definitiva, para Ernests, el lema en la vida era la del 'sexo, drogas y rock and roll'. Hasta que su madre dijo 'basta'. Y, como buen hijo, atendió a su demanda y a tomarse en serio su carrera, no a jugar simplemente cuando le viniera en gana.

Lo que nunca podrán cambiar es su forma de ser. Habla con desparpajo (domina el letón, el ruso, el inglés y un poco de alemán) y jamás se ha mordido la lengua. Dice lo que piensa sin esperar las consecuencias. 'Así soy y podéis quererme u odiarme' parece querer decir este hombre "con fama de bocazas" (y se ríe al decirlo) cada vez que concede una entrevista. La última, en el deportivo francés 'L'Equipe' no tiene desperdicio. Y es que ataca a quienes desde hace más de una década están dominando el circuito masculino: al alabado 'Big Four', es decir, Roger Federer, Rafa Nadal, Novak Djokovic y Andy Murray, a quienes de forma suave califica como "jugadores aburridos. Desgraciadamente al tenis le falta gente con carácter. Les respeto pero, honestamente, son un coñazo". ¡Zas! Gulbis preferiría un poco más de acción, como en el boxeo, "cuando los rivales se desafían con la mirada en el pesaje, están dando lo que los espectadores esperan: la guerra, la sangre, la emoción... Los aficionados al tenis querrían ver raquetas rotas y hechas pedazos en la pista".

Apunta a Roger Federer como culpable de la situación: "Fue él quien impuso esta tendencia y el resto le ha seguido", espeta. También tiene cartuchos para Djokovic, el número uno mundial. "No creo que sea el jugador con mayor talento en el circuito pero ha sido muy profesional a lo largo de su carrera. Desde que le conozco, con 13 años, siempre ha tomado las decisiones correctas en todo. Mira su cuerpo ahora. No tiene grasa, es ágil, rápido y todo eso...", apuntaba tras su primer triunfo en <strong>Roland Garros</strong> 2013, el que le emplazaría a medirse el miércoles con el francés Gael Monfils, un duelo que resulta un 'caramelo' para los aficionados.

Pero no todo acaba ahí. Cree que los jugadores 'top' "son demasiado burocráticos. Necesitan hablar para que las cosas cambien, para que avancen, pero ellos están muy contentos de que a los pequeños se les trate como a la mierda... Y no quiero aquí a un tipo, y no voy a nombrarlo, que piensa que los demás jugadores son gilipollas". Gulbis dixit.