Veiga, el representante de Figo, a prisión

José Veiga, empresario portugués que en su día fue considerado uno de los representantes más poderosos del fútbol europeo y condujo el trasvase de Luis Figo al Real Madrid, fue encarcelado este lunes, acusado de corrupción.

En el verano de 2000, Veiga lideró el pase de Figo desde el Barcelona al Real Madrid, que pagó la cláusula de rescisión del jugador portugués, estimada en 60 millones de euros, en una operación que dejó al descubierto el carácter empresarial de Florentino Pérez, quien concretó la operación con el representante.

El empresario llevaba los asuntos de los mejores jugadores portugueses de la época, destacando además de Figo, Paulo Sousa, Fernando Couto, Jardel, Nuno Gomes, y Simão Sabrosa. El pase, escandaloso, de Luis al Real Madrid significó un record en el fútbol mundial y motivó una gran decepción entre los aficionados del Barça.

Veiga, de 52 años, ya había provocado años antes, en 1995, un conflicto cuando aún pertenecía al Sporting de Portugal, acordando el traspaso tanto al Parma como a la Juventus, lo que motivó que la federación italiana prohibiese su llegada al Calcio durante dos años y que el Barcelona interviniera para ficharle.

"Al sospechoso José Veiga se le aplica la prisión provisional", anunció este lunes la Fiscalía, cinco días después de anunciarse su detención en la operación "Ruta del Atlántico", que investiga delitos asociados al comercio internacional, blanqueo de dinero y fraude fiscal.

Junto al antiguo representante de futbolistas, la Fiscalía divulgó la prisión provisional bajo fianza de un millón de euros de Paulo Santana Lopes, hermano del exprimer ministro conservador Pedro Santana Lopes, y la libertad condicional de la abogada Maria de Jesus Barbosa.

Los tres sospechosos aguardarán ahora la instrucción del juicio y su celebración. "La investigación, que promueve el Departamento Central de Investigación y Acción Penal, transcurre en secreto de sumario", concluyó la Fiscalía portuguesa.

El exrepresentante ejerció además como directivo en el Benfica entre 2004 y 2006, y actualmente era empresario. El Ministerio Público informó de que los implicados en esta trama también son sospechosos de tráfico de influencias y de haber participado económicamente en un dudoso negocio de compraventa de acciones en el ámbito internacional.