LA PIZARRA

El Barça más sobrio ganó al Levante

Gerard Piqué, en el Levante - FC Barcelona

Gerard Piqué, en el Levante - FC Barcelona / sport

Pichi Alonso

El Barcelona que se vio en el Ciutat de València fue un equipo solvente, sobrio, sabiendo a lo que tenía que jugar y muy concentrado durante los noventa minutos. Y eso que los condicionantes que se dieron al partido no favorecía el juego de los futbolistas más técnicos. No hay que buscar excusas pero todos aquellos que hemos jugado al fútbol sabemos que el viento es un tema muy a tener en cuenta, que dificulta -como se vio- el control del balón, con botes extraños y cambios de orientación que perjudicaba el control del esférico. Ello unido al ‘sol y sombra’ que hubo durante el partido fue una tema muy a tener en cuenta.

TIEMPO SIN CONTROL. El partido tuvo dos partes muy diferenciadas. En los primeros cuarenta y cinco minutos, el Barcelona no tuvo el control del partido. Es verdad que dispuso de ocasiones para ampliar el marcador -el gol anulado a Messi era legal- pero también lo es que el Levante llegó con claridad -especialmente por la banda de Dani Alves- y dispuso de tres claras ocasiones de gol, con disparo al poste de Morales incluído. La segunda parte fue todo lo contrario. El Barcelona apenas si dispuso de dos oportunidades, una de Rakitic y otra de Luis Suárez, pero es más cierto que el Levante no se acercó con peligro al portal de Claudio Bravo. El Barcelona tuvo, en este periodo, el control total de partido, sabiendo a lo que tenía que jugar, escondiendo el balón y dejando sin opción al Levante para crear oportunidades, especialmente en el tramo final del paritdo.

PIQUÉ, IMPERIAL. Mucha parte del éxito del Barcelona en Valencia tuvo que ver el gran partido de la pareja de centrales, especialmente de Gerard Piqué. El defensa catalán estuvo perfecto y eso se ha de decir porque es de esos jugadores que cuando esté mal se le crucifica pero cuando está bien nadie lo comenta. Estuvo atento durante los 90 minutos y es algo que va ocurriendo en los últimos partidos. Todo lo contrario del tridente. No fue el partido de Messi, Suárez -pese a que marcó- y Neymar. Los condicionantes antes comentados (viento y sol) afectaron al tridente del Barcelona que apenas si dispuso de ocasiones claras de gol a lo largo de los noventa minutos. Otro jugador que destacó fue Sergi Roberto, que volvió a evidenciar el perfil de comodín de la plantilla.