Calificar la temporada

Estos días previos al final del Campeonato de Liga, de la que todavía nadie sabe quién va a ser el ganador aunque se sospecha, desde los medios se preguntan si la temporada, en el caso de que el Barça la pierda, se debería de calificar como buena, regular o mala. Cada aficionado dirá la suya. Por ejemplo, hace unos días Carles Rexach escribía que si al final no conseguimos más que la Copa del Rey, deberemos estar contentos porque será un título importante para el club y que habrá que valorar aunque no hayamos conseguido los otros dos. No le falta razón, de los tres trofeos importantes de cada temporada, la Copa es uno de ellos; pero convendrá el admirado Charly que de los tres es el menos codiciado, sobre todo a comienzo de temporada. Ganarlo tiene mucho mérito, se han tenido que superar a varios rivales; pero siendo sinceros, si eso de los títulos se pudiera comprar, seguro que la Copa no sería el primero en agotarse. Dicho esto, si el Barça consigue ganar la Copa del Rey, es importante que lo celebremos y no demos la impresión de haber conseguido un título menor. Aunque a priori se dispute ante un rival inferior. El Alavés ha llegado por méritos propios a la final y no hay que minorizar sus enormes méritos. Pero además, de no ganar Champions y la Liga, lo que puede doler más, no nos engañemos, es ver cómo lo celebra el eterno rival. Si la Champions la gana La Juve, en cierto modo el culé se sentirá compensado, y si al final la Liga nos cae a nosotros, pues no hace falta decir lo que va a ser la fiesta. Pero si el Real Madrid se lleva ambas copas, el palo será duro de encajar. Es lo que tiene que haya un rival que hace de nuestra competición un campeonato emocionante hasta el fin.

Después a la directiva, al director deportivo y al secretario técnico les tocará preguntarse qué se ha hecho regular o mal esta temporada.

A mí me gustaría que se empezara, fuera quien fuera el próximo entrenador, por incluir más gente del Barça B jugando en el Camp Nou. Me encantó ver, sin ir más lejos, cómo Marlon Santos daba señales de ser un valor de futuro para el primer equipo.