Un Balón de Oro peligrosamente preparado

Mientras futbolistas de todo el mundo buscaban con lupa su camiseta colgada en casa de Messi, la revista que otorga el Balón de Oro se descolgaba con una portada escandalosa. Falta mucho hasta el mes de enero, hasta las votaciones de invierno y hasta que lleguen los debates en las tertulias televisivas, pero a Leo los de arriba ya le están señalando el camino con el dedo. France Football se llama, en este caso, el ser superior. “¿Quién puede batirlo?”, se pregunta la revista en portada con una foto de Cristiano. Cualquier aficionado al fútbol, con calculadora númerica o emocional, respondería rápido a la pregunta: Messi. Pero aunque hablemos del máximo goleador de la Champions a día de hoy (escribo el artículo cuando aún no se ha disputado el Atlético-Real Madrid) y los números del argentino con el Barça le llevan camino de la Bota de Oro (35 goles versus 20 de CR7), en esta edición resulta que no cuenta. Es un premio resultadista en el que la genialidad no suma y en el que la competición europea es la vara de medir cuando no hay Mundial. Pero sigamos con la publicación y dejémosle al luso la portada por esos merecimientos propios en Europa –a la espera de los colectivos– y sigamos con la lectura interior. Ahí sí que hay que rasgarse la camiseta. No aparece Buffon, que solo ha encajado tres goles, al que reconocerían a la par su trayectoria y que aspira a un triplete. Cristiano, a lo sumo, ganaría un doblete esta temporada. Ni Neymar, que tras la remontada ante el PSG sí contaba. Otro nombre en ese curioso podio: Mbappé, un pedazo de jugador que ya está en el punto de mira del Real Madrid, y que ha caído en semifinales ante la Juve. En el próximo número imagino que ocupará su lugar Alves. Pero la cuestión es que, entre tantas, la camiseta que destaque por encima de todas sea la de Cristiano. Sin disimulo, sin título alguno ganado aún y con la zamarra colgada en portada. El Balón de Oro está peligrosamente preparado para que lo gane CR7. Esto también sabemos cómo funciona.