Van Gaal reacciona a tiempo y se acerca al sueño

Cuando la eliminación de Holanda estaba al borde ser una realidad, cuando las crónicas sobre el batacazo de los tulipanes estaban a punto de ver la luz, entonces, todo cambió. El que parecía el último partido de Van Gaal al frente de la selección holandesa antes de dedicarse exclusivamente al Manchester United terminó por ser un encuentro que acerca a Holanda al título. Por varias razones, primero porque el rival en cuartos será Costa Rica o Grecia. Sí, el favoritismo no sirve de nada en muchas ocasiones, pero, los 'orange' tienen mucha más calidad que los 'ticos' y los helenos. Y segundo porque en torneos tan cortos, inyecciones tan brutales de moral como la de esta tarde otorgan mucha energía a cualquier equipo.

De no haber marcado Sneijder en el 88, es posible que ahora se estuviera hablando de las carencias de Holanda. Lo que es indudable es que Louis Van Gaal demostró capacidad de reacción ante México. Tras el 0-1 de Dos Santos, el técnico no tardó en mover ficha. Metió en el campo a Memphis Depay y quitó a Paul Verhaegh, es decir, se fue un defensa y entró un centrocampista. A partir de ahí, Holanda empezó a pisar el área de Ochoa con más facilidad.

A falta de un cuarto de hora, Van Gaal sustituyó a Van Persie por Huntelaar. Una decisión arriesgada teniendo en cuenta que Van Persie es una de las 'vacas sagradas' del combinado. Sin embargo, el destino quiso que fuera el mismo Huntelaar el encargado de meter a Holanda en cuartos de final. Fue de penalti, cierto, pero esos también hay que meterlos.

El propio Van Gaal reconoció tras el partido que aprovechó la pausa de hidratación, que coincidió con la entrada de Huntelaar, para cambiar al 4-3-3. "A partir de ahí creamos muchas ocasiones. "Estuvimos mejor y Ochoa hizo grandes paradas", declaró el técnico.

Sea por acierto o por fortuna, a Van Gaal le salieron bien los cambios y ahora, más que nunca, tiene razones para ser positivo mientras prepara el choque de cuartos de final.