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Jordi Roca: Y de postre... el Himalaya

Jordi Roca es un barcelonista reconocido que hace bandera de su equipo incluso a 4.000 m de altura. En su día, le dedicó un postre a Messi. Ahora, con un tridente de ensueño en su equipo, los reconoce en tres elementos culinarios.

El chef del Celler de Can Roca decidió aparcar la cocina y los dulces para embarcarse en una increíble aventura

El chef del Celler de Can Roca decidió aparcar la cocina y los dulces para embarcarse en una increíble aventura junto al alpinista Carlos Soria / sport

Carme Barceló

Nunca había estado tan cerca de las estrellas a pesar de vivir con algunas todos los días. Una conversación, una medio broma y una propuesta loca que parecía imposible. Jordi Roca agitó el cocktail, fusionó los elementos y concibió un reto. Dejó atrás el Celler de Can Roca y a sus dos hermanos y se fue de la mano del alpinista Carlos Soria al Himalaya. Este chef repostero, considerado uno de los mejores del planeta, decidió en dos días que quería ver el mundo a sus pies y vivirlo de otra forma. “Parecía una locura y es una de las mejores cosas que he hecho en la vida - reconoce Jordi- porque me ha cambiado. Para empezar, he dejado de fumar. Y eso ya es un 'cim' que parecía impensable hace meses”. Nos tomamos un café tranquilo en el jardín del Celler. Y otro. Y otro más. Creo que sólo le hice dos preguntas. Era una catarata de emociones, de explicaciones, de anécdotas y de sensaciones. Gesticulante y siempre mirando al cielo, el mismo que vio al lado “de un deportista que trasciende lo habitual. Carlos Soria tiene 76 años y es más joven que yo de cuerpo, mente y espíritu. De hecho, no tiene edad. Me supera en todo físicamente. Es fortísimo. Convivir con él me ha ayudado a entender muchas cosas, a aprender cómo se respeta a la montaña, a vivir sin superficialidades, a ser prudente...”. Esta aventura culinario-deportiva llegó tras una charla en la que Soria y BBVA le explicaron a Jordi Roca la cuidada dieta que llevaba el grupo en sus expediciones. Y a las excelentes recetas del cocinero Nathi Sherpa decidió unir las suyas. Viajó hasta el Nepal para cocinar los platos de 3 estrellas Michelín diseñados por él y sus hermanos y mostrarles allí como cocinarlos, para aprender el funcionamiento de una cocina de Campo Base y para realizar un helado a temperatura ambiente. “A la hora de afrontar una cima como el Annapurna, la alimentación y la hidratación son fundamentales -explica Jordi Roca- y para nosotros supuso todo un reto diseñar productos que conserven el nivel de nuestra cocina a pesar de las condiciones en las que cocinan a tanta altura. Trabajamos una línea de menús liofilizados y Carlos se llevó durante los ascensos arroz con perdiz, sopa de ajo o sepia con guisantes para comer a más de 7.000 m de altura”. Las condiciones climatológicas les obligaron a cambiar de planes “y nos quedamos dos días en un pueblo. Allí organicé una chocolatada para 150 niños lama que estudian en el monasterio de Lho. Fue alucinante”. Roca aprovechó su estancia allí para conocer “el té ahumado con mantequilla de yak, el animal que es la base de toda su dieta y del que aprovechan hasta las heces, con la que elaboran combustible”. Ese té oscuro y tan distinto ya es la primera prueba de un nuevo plato para el Celler de Can Roca. Mientras, Jordi quiere reiniciarse tras su experiencia en el Himalaya. “Seguir sin fumar, hacer algo de deporte y soñar. Allí arriba se duerme diferente, estás en permanente estado de vela. Nunca había soñado tanto y con estalactitas sobre mi cabeza”.