La imagen del Barça, otra vez pisoteada

No sé a qué espera Zubizarreta para coger un avión privado y viajar primero a Madrid, después a Dortmund y finalmente a Florencia para cerrar los fichajes de Koke, Marcos Reus o Cuadrado. Es la única solución que le queda al Barça después del nuevo varapalo de la FIFA: no podrá contratar a ningún futbolista desde el 1 de septiembre de 2014 hasta el 1 de enero de 2016.

Una vez ratificada la sanción al Barça por el fichaje irregular de futbolistas menores de edad, al club blaugrana no le queda otro remedio de gastarse en los próximos 12 días todo el dinero que tenía destinado a reforzarse el próximo verano. En este sentido, los centrocampistas Koke (Atlético), Marco Reus (Borussia Dortmund) y el lateral derecho Juan Guillermo Cuadrado (Fiorentina) son los grandes objetivos. 

Koke, Reus y Cuadrado podrían incorporarse inmediatamente al equipo o, si Luis Enrique considera que prefiere no aumentar ahora la plantilla, quedarse un año cedidos en sus actuales clubs y venir en verano del 2015. Como también podrán hacer Deulofeu y Denis Suárez, ambos cedidos al Sevilla. Es la única solución para no pasarse 15 meses sin fichajes. Demasiado tiempo en el fútbol actual.

Porque pensar que el TAS reducirá o anulará la sanción de la FIFA es soñar. Ya vimos hace solo unos días lo que pasó con el 'caso Suárez'. Está claro que los servicios jurídicos del Barça, que hace mucho, pero mucho tiempo, que no ganan un caso en los tribunales, tienen poco a decir en este tema. O sea, a fichar ahora o a esperar hasta enero del 2016...

Lo peor de todo es, sin embargo, la imagen del Barça. Una imagen que está siendo pisoteada durante el último año con todos los escándalos que rodean al club: el 'caso Neymar', la dimisión de Rosell, los problemas de Messi con Hacienda, la sanción de la FIFA por el fichaje de menores, la 'sospechosa' marcha de Valdés... Hay algo (mejor dicho, muchas cosas) que se están haciendo mal. Y no vale con defenderse buscando enemigos exteriores. Esta vez no hay excusa. El enemigo, por desgracia, está en casa...