Real Madrid - Valencia

El Bernabéu debe dictar sentencia

La afición madridista puede pedir la cabeza de Mourinho si la imagen del equipo vuelve a ser deficiente. El ambiente está caldeado

A. Alcázar

La grada del coliseo blanco, que ayer cumplió 65 años de vida, volverá a ser juez inapelable de su equipo en un partido repleto de dificultades ante el Valencia, que con la llegada de Ernesto Valverde al banquillo de Mestalla ha rectificado el errático rumbo que llevaba con Mauricio Pellegrino. Ha recuperado la confianza y se muestra más sólido como equipo, argumentos suficientes como para plantar cara a un rival que atraviesa una grave crisis de identidad.

Mientras el Valencia crece de la mano de Valverde, el Madrid mengua en la oxidada labor de un Mourinho que poco o casi nada se ha trabajado el partido, quizá confiando en que nunca ha perdido ante el Valencia desde que llegó al Madrid hace dos años y medio.

El Valencia se presenta sabiendo que es el mejor momento para medir la depresión de un rival a la deriva que vive inmerso en una grave crisis de identidad por culpa del divorcio entre Mourinho y su vestuario.

El Madrid llega sin sus centrales titulares, Pepe y Ramos, a los que relevarán Albiol y Carvalho no por rendimiento si no por rotaciones que es a lo juega ahora el entrenador portugués. Iker Casillas será titular salvo sorpresa y que el portugués quiera seguir provocando a todo y a todos. El resto será el equipo teóricamente titular ante un Valencia sin Albelda.