Primer gol de Sandro y primera victoria del Málaga

El exblaugrana Sandro Ramírez y el marroquí En Nesiry dieron al Málaga su primera victoria en el campeonato de Liga en un partido en el que al Eibar apenas le duró tres minutos la ventaja que le habia dado el tanto de Nano.

Esta victoria aportará tranquilidad al entorno malaguista, que tras encadenar dos empates y dos derrotas había comenzado a poner en duda el proyecto de Juande. 

Los primeros cuarenta minutos de partido fueron un tostón insufrible. Ni Málaga ni Eibar se atrevieron a dar un paso hacia adelante para tratar de cobrar ventaja y el balón fue de un lado hacia otro sin que nadie pusiera algo de sentido al juego. Dirigido desde la banda por Iñaki Bea por la sanción de dos partidos que le han caído a José Luis Mendilibar, el conjunto azulgrana maniató a su rival con cierta comodidad.

Cuando todo apuntaba a que al descanso se llegaría sin goles, el partido se desperezó en dos acciones aisladas en los últimos cuatro minutos. Un tremendo error de  Llorente, que se tragó un centro de Inui, dejó solo a Nano para batir a Kameni después de un primer renate de cabeza fallido.Tres minutos después, Sandro Ramírez restableció la igualada con un potente zurdazo dentro del área que devolvió la tranqulidad a La Rosaleda. Es el primer gol del exdelantero del FC Barcelona con la camiseta blanquiazul.

El Málaga mejoró notablemente en el segundo tiempo. Sobre todo con la entrada a falta de veinticicno minutos del marroquí Youssef En Nesiry, que reemplazó a un inoperante Charles. 

Diez minutos después de saltar al césped, En Nesiry, de sólo 19 años, culminó una gran jugada por la banda derecha y desde el vértice del área se sacó un zurdazo descomunal que entró en la portería de Asier Riesgo por su poste más lejano.

Fue un duro castigo para el Eibar, que poco antes había desperdiciado dos ocasiones clarísimas de Adrián.

Con todo perdido, el equipo azulgrana puso cerco al área malacitana pero, salvo una clarísima llegada abortada in extremis por Koné, no tuvo la inspiración necesaria en ataque para merecer el empate.