MI VERDAD

Al Barça cada año le toca la lotería de la FIFA

Josep Maria Casanovas

 ¡CUATRO BALONES CONSECUTIVOS! Estaba cantado. Fue el claro ganador con todo merecimiento. No podía ser de otra forma. Es el Nº 1 con diferencia. No hay récord que se le resista. Ya supera los tres galardones conquistados por Platini. Por mucho que le duela reconocerlo a Ronaldo, el portugués está dos peldaños por debajo del que ya es el mejor futbolista de todos los tiempos. ¡Cuatro Balones de Oro consecutivos! Leo Messi es historia viva del fútbol, un genio, un crack, un deportista superdotado, un futbolista que no tiene límites. La ocasión lo merecía y se vistió de gala, con una americana muy chula y una pajarita a tono, eclipsó al mismísimo Cristiano que se fue con una mueca que delataba su cabreo. Los 91 goles que marcó en el 2012 le han vuelto a catapultar a la gloria. Sandro Rosell, sentada al lado del presidente del Madrid, no podía disimular la alegría. Tener a Messi es como si al Barça le tocara cada año la lotería de la FIFA. Ahí es nada disfrutar del mejor del mundo y que encima no te ha costado ni un euro de fichaje. Florentino Pérez se lo miraba con cara de rabia y pena. Los del Madrid un año más fueron a la gala de la FIFA en plan se segundones. Siempre les toca la pedrea. Mientras continúe el reinado de Messi, lo tienen crudo. Leo fue parco pero sincero en su discursito. Confesó estar nervioso y muy emocionado. Tuvo cariñosas palabras hacia su amigo Iniesta y no se olvidó de su mujer e hijo, palabras que le salieron del corazón: “Lo más lindo que me ha dado Dios”.

MENSAJE CON BOFETADA. El otro triunfador de la noche fue Vicente del Bosque. Sucede con todos los honores a Guardiola como mejor entrenador del año. Los éxitos de La Roja le han llevado a un reconocimiento mundial. Se lo merece por su humildad y constancia. Tras agradecer la concesión del premio, pronunció unas palabras que sorprendieron a todos, fue un mensaje con bofetada, unas palabras dirigidas sin citarlo al gran ausente de la noche. Mourinho una vez más quedó retratado. Se borró del viaje al saber que no ganaba. Un deportista que no sabe perder es una mala persona. Del Bosque se despachó a gusto con una reflexión que incluso mereció los elogios del presidente de la FIFA, Blatter. Dijo textualmente: “Los entrenadores estamos obligados a defender y mimar el fútbol y transmitir la mejor ética y conducta personal”. Justo todo lo contrario a lo que hace el entrenador del Real Madrid, un tipo sin escrúpulos, sin principios ni vergüenza. La traición de no ir a Zúrich no se la va a perdonar Florentino, ya le ha puesto la cruz y parece difícil que acabe la temporada.