LA OPINIÓN

Ridículo histórico con nocturnidad y alevosía

De Gea y Keylor se quedan donde están

De Gea y Keylor se quedan donde están / sport

Joan Vehils

De Gea, un fichaje fracasado. Visto lo ocurrido en el día de ayer, uno llega a la conclusión de que el Barça es el equipo que tenía más claro el capítulo de fichajes. Y no solo eso. El técnico con las ideas más claras es Luis Enrique. El entrenador pidió a dos refuerzos concretos y en un plis plas el club le concedió sus deseos. Es cierto que en aquel momento, en pleno proceso electoral, los candidatos opositores criticaron la operación pero no me imagino lo que hubiera pagado el Barça si la negociación por Arda o Vidal se hubiese cerrado anoche. O sea, con nocturnidad, deprisa y corriendo. Lo que pasó ayer con el Madrid es una muestra más de que los que fichan o son multimillonarios árabes o rusos o son simples aficionados. Ya es difícil de entender que un equipo como el Madrid intente cambiar a su guardameta titular cuando se han disputado dos jornadas de Liga pero que encima lleguen tarde a presentar la documentación del nuevo fichaje es un ridículo espantoso. Si les sale bien perfecto pero visto lo visto alguien debería salir en globo. Bueno, ya saben, es una manera de hablar. Eso en la Casa Blanca no ocurre nunca. Seguro que Florentino encuentra argumentos suficientes para hacer creer a los suyos que él no fue el culpable. No quiero ni pensar qué hubiera pasado si eso le sucede al Barça de Bartomeu. Bueno, sí. Algún socio ya estaría preparando una moción de censura. Esa es sin duda una de las grandes diferencias entre el Barça y el Madrid. Allí todo vale y todo cuela y aquí, por suerte, ni todo vale ni todo cuela.