La opinión

Cuando Rosell también quiere poner los titulares

Joan Vehils

Cada uno a lo suyo. Que Rosell anda preocupado con la prensa no es nada nuevo. A veces, uno tiene la sensación que el presidente del Barça tiene vocación de periodista. Ayer, sin ir más lejos, en la entrevista que concedió a Mònica Terribas, Rosell explicó que prefiere un titular que diga: “Rosell no deja entrar a un niño que Rosell mató a un niño”. Tan obvio como poco afortunado. Y es que es lógico que uno se equivoque cuando hace lo que no le toca. La valentía en la toma de decisiones y la estabilidad con la que está llevando el club chocan casi siempre con sus formas. Seguro que dentro de unos años todo el mundo entenderá que no puedan entrar diez mil niños sin entrada a un partido al que ya acuden cien mil personas... Es más, lo que hoy, para algunos, es un intento de desvirtuar la esencia del Barça tiene argumentos de peso para poder defenderlo. El problema es cómo y cuándo se hace. El lunes Rosell hizo de presidente, de ejecutivo, de director de comunicación y el martes de periodista. Ahí vino su error. Al presidente le honra tomar una decisión de riesgo sin preocuparle el desgaste que eso supone, incluso estoy seguro que pensó más en el Barça que en él mismo pero no supo delegar. La prueba es que al día siguiente también quiso hacer de periodista cuando solo era el entrevistado.