ESTO ES LO QUE HAY

Aviso para Luis Enrique

Joan Mª Batlle

Intensidad y velocidad. Los primeros compases del Mundial confirman que el fútbol camina hacia los conceptos tácticos que más daño hacen al Barça. El ‘tiki-taka’ ya no ha triunfado este año en la Liga ni en Europa, donde el Barça cayó ante la intensidad del Atlético y el Bayern de Guardiola, frente a la velocidad del Madrid. Y aquí en Brasil, el comienzo no ha podido ser más descorazonador con la debacle de La Roja ante Holanda. Bien mirado, a Van Gaal le bastó con marcar la línea con fuerza y agresividad en el centro del campo y la velocidad de Robben. Eso unido, por supuesto, a la capacidad rematadora de Van Persie, un ‘9’ puro... o sea, lo que no tiene el Barça.

También Italia mostró toda la potencia de Balotelli en la punta del ataque como elemento diferencial e Inglaterra, aunque perdió, hizo un partido muy intenso y rompió con la velocidad de Sterling y Sturridge. Incluso Costa Rica sorprendió a Uruguay con un punta como Campbell, un rayo a la velocidad de la luz al servicio del contrataque.

El paralelismo está claro: Cristiano, Bale, Di Maria  y Benzema en el Madrid... Sí, el fútbol evoluciona hacia el sistema del Madrid y el Barça está obligado a reaccionar. No es cuestión de renegar del ‘tiki-taka’, pero sí de admitir que este estilo solo marca diferencias cuando se puede jugar con los futbolistas adecuados y al cien por cien de su estado de forma.

Cuando el físico empieza a menguar, como es el caso, los que corren, luchan y se plantan en el área contraria con tres pases tienen ventaja. Y ahora mismo el equipo blugrana está en una situación de impasse, entre la mejor generación de futbolistas de su historia y la llegada de otra que le permita seguir con su estilo. 

Este Mundial es un aviso para Luis Enrique. Es hora de reaccionar y de adaptarse a las circunstancias. Creo,y me tranquiliza, que el nuevo entrenador ya va en esta dirección, el fichaje de Rakitic, fuerza y técnica, así lo indica. Pero falta el ‘9’ de talla, potencia y calidad. Y más velocidad, que podría resolverse con el Kun Agüero. Pero está claro que a Messi hay que darle un equipo más equilibrado, acorde con lo que el fútbol actual exige.Insisto, no se trata de enterrar el estilo que nos hace felices, pero sí de contrarrestar el antídoto que los rivales ya tienen.