El hombre que ha dado una lección a LaLiga

Míchel ha llevado al Girona a lo más alto con corazón, confianza y mucho trabajo

Sus palabras son imperdibles y pocos entrenadores transmiten tan bien como él

El discurso de Michel antes del primer partido de liga

El discurso de Michel antes del primer partido de liga / @GironaFC

Àlex Calaff

Àlex Calaff

Un madrileño que habla catalán ha enamorado a toda LaLiga. Míchel tiene el guapo subido, el Girona es la serie de moda, la que todo el mundo quiere devorar nada más estrenarse. Como pasa en la gran pantalla, muchos solo aprecian el resultado final, la increíble segunda plaza entre dos bestias como Barça y Madrid, cuando lo realmente impecable es toda la producción que hay detrás.

El 19 de junio de 2022 el Girona ascendía a Primera. Un año y tres meses después, es colíder de LaLiga. En el fútbol muchas cosas funcionan como en la vida misma. Nada es para siempre, eso está claro, pero la valentía que Míchel exige a sus jugadores merece, por lo menos, que este sueño se alargue otra jornada más. Y claro, esto hay que repetirlo cada semana.

Hay personas que de manera inexplicable están conectadas desde el día cero. Este es el caso de Míchel con ‘su’ Girona. Dicen que la confianza sube por las escaleras y baja en ascensor. En el fútbol lo mismo, con los resultados muy presentes en esta ecuación. La tarea más importante del técnico ha sido ganarse la confianza de toda la ciudad y el club, que lo apoyan con los ojos cerrados, y está haciendo todos los méritos posibles por no perderla nunca.

JUGAR PARA LA GENTE

Los consejos que el madrileño transmite a sus jugadores hacen del Girona un equipo muy divertido de ver: valientes, atrevidos e intensos, que buscan someter al rival y que tienen la portería rival entre ceja y ceja. Sin embargo, cuando habla Míchel hay que coger papel y boli, pues muchas de sus palabras se pueden aplicar a muchísimos aspectos de la vida.

Míchel vive el fútbol con la misma intensidad que exige a sus jugadores

Míchel vive el fútbol con la misma intensidad que exige a sus jugadores / Agencias

"Lo más importante es el día a día y Girona es el sitio donde mejor me he sentido porque he notado la confianza desde el principio hacia todo mi cuerpo técnico”, explicaba en rueda de prensa. Y tiene todo el sentido del mundo. ¿Algo ayuda más que sentir la confianza plena de los que te rodean?

Ahora, cuando los resultados llegan y todo es más fácil, el entrenador madrileño sigue apostando por lo mismo que le llevó a ganarse la confianza de todos para mantenerla: trabajo, sacrificio, respeto y humildad. “Jugamos para nuestra gente y el gironí se habrá ido feliz a casa”, decía tras asaltar la zona alta de la tabla. 

SIEMPRE HACIA ADELANTE

No me gustan nada los ‘gilipases’, jugad hacia adelante. Sed verticales, es la mejor forma de ganar. Si miráis hacia atrás aprietan de verdad, y es dónde roban. Los goles han venido yendo hacia adelante”. Esas palabras las pronunció durante un duelo ante el Getafe con un 3-0 a favor. El esfuerzo que exige Míchel es innegociable, así como la valentía. 

No quiere a jugadores que miren hacia atrás, que no se atrevan a dar un paso hacia adelante. La mejor forma de afrontar cualquier situación es levantando la cabeza y mirándola a la cara. Eso es lo que les pide. “Individualmente nos tiene que durar más el balón en el pie, sino es imposible. Hay que tener personalidad, jugar como en la calle”, les advertía ante el Sevilla. Míchel sabe que sus jugadores tienen la calidad necesaria para aplicar en el verde todo lo que les pide en la pizarra. Pero sin confianza y atrevimiento, las cosas no salen. 

Míchel, durante una charla con sus jugadores

Míchel, durante una charla con sus jugadores / Agencias

El madrileño trabaja mucho en eso, en meterles la idea en la cabeza de que pueden hacerlo. Como todo el mundo en Girona, sus jugadores le creen, y ya van 16 de 18 puntos posibles en LaLiga. Por todo ello es uno de los entrenadores que está generando un mayor impacto positivo hacía su plantilla y su club. Sin dejar de lado el inmenso trabajo táctico, pocos transmiten tanto y tan bien como él.

El fútbol es como un estado de ánimo y el Girona es la felicidad. Nadie quiere ponerle nombre a lo que Míchel está consiguiendo, que la cosa fluya y siga así. Porque del Girona está permitido disfrutar aunque no se sea un ‘gironí’ más.