La victoria el sábado es imprescindible para sentar las bases de la reacción definitiva
Sergio aprieta
El Espanyol de Sergio González se ha complicado la existencia cuando se esperaba que diese un salto de calidad
J.C. Gracia
Sergio González intenta/necesita recuperar la mejor versión de su equipo para salir, de nuevo, de una situación complica en el campeonato liguero. El técnico blanquiazul, tras visionar varias veces el vídeo del último partido para detectar las causas de la derrota en Bilbao, aprieta a sus jugadores tanto en los entrenamientos como en las muchas charlas, a nivel colectivo e individual, que está manteniendo con los futbolistas en una semana decisiva para reaccionar. El Espanyol necesita sumar los tres puntos el próximo sábado en Cornellà para poner fin a la actual dinámica negativa de resultados y, al mismo tiempo, sentar las bases de la esperada reacción.
“Es comprensible la preocupación de la gente”, reconocía ayer Diego Colotto en la sala de prensa. La preocupación por verse cerca de la zona de descenso es evidente, pero el técnico también busca una reacción a largo plazo que de estabilidad definitiva al Espanyol en la competición. El conjunto blanquiazul tuvo esa opción no hace tantas semanas y la desaprovechó. Podía dar un salto de calidad y se ha complicado la vida en la clasificación.
“Podemos reaccionar”, dijo el central argentino. Eso es, precisamente, lo que está buscando Sergio González. El entrenador está haciendo ver a sus hombres los errores –algunos infantiles e inexplicables– que se han cometido en las últimas jornadas. Lo primero e imprescindible es recuperar la senda de regularidad en el terreno de juego. El Espanyol puede hacer las cosas muy bien y muy mal en un mismo encuentro. Lo dicho, regularidad.
La casa empieza por los cimientos y el Espanyol, como bien recordaba Colotto, debe tener el sábado solidez defensiva. “Hemos dejado de hacer cosas que estábamos haciendo y que nos permitieron sumar puntos”, dijo el argentino. Fortaleza defensiva y también mejorar la efectividad y la capacidad de ataque. El Espanyol tiene que volver a ser ese equipo que en Cornellà enganchaba a la afición con un fútbol de presión y mucho trabajo, pero con criterio a la hora de mover el esférico y no buscando solo el pelotazo como en otras épocas.
Sergio González busca dar al equipo esa estabilidad que se ha perdido. Lo conseguirá porque el vestuario cree en él, pero es el momento que los ‘pesos pesados’ den un paso adelante. Casilla, Sergio García, Cañas, Víctor Sánchez, Colotto, Stuani o Caicedo, por poner unos ejemplos, deben enseñar el camino de la reacción. Hay tiempo para lograrlo.
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