Está en el momento más difícil de su etapa espanyolista

Aguirre, en la picota

La lamentable actuación del Espanyol ante el Sevilla deja en una situación muy comprometida a Javier Aguirre

J.C. Gracia

Javier Aguirre atraviesa el momento más difícil de su etapa como entrenador del Espanyol. La dinámica negativa de resultados en la que ha entrado el equipo blanquiazul –ha sumado solo 4 de los últimos 24 puntos– ha intensificado las dudas que algunos sectores de la entidad tenían sobre el técnico mexicano. No estamos en puertas de un cese, pero si en la fase inicial de un proceso que, salvo que se produzca una rápida reacción del equipo, acabará con la destitución del entrenador. Las próximas dos jornadas dictarán sentencia.

El 1-3 ante el Sevilla ha hecho daño. Mucho daño, especialmente, en el Consejo de Administración. El equipo dirigente que encabeza Joan Collet es consciente que las cosas no pueden seguir como en las últimas jornadas y que debe acabar la dinámica actual que ha acercado peligrosamente a los espanyolistas a puestos de descenso. Solo están a 3 puntos del pozo cuando no hace tanto se saboreaba posiciones europeas... El próximo compromiso en Vallecas marcará, y mucho, el futuro inmediato, pues un nueva derrota si pondría a Aguirre en una situación muchísimo más complicada.

Desde el club quiere transmitirse una situación de tranquilidad. El presidente, según confirman fuentes de la propia entidad, no tiene pensado reunirse estos días con el técnico para trasladarle ningún ultimátum, pero la maquinaria interna ya se ha puesto en funcionamiento. ¿Cómo? Empezando a analizar el mercado y viendo que opciones existen por si llega el momento de tomar la drástica decisión. La verdad, es que no hay demasiadas alternativas.

El propio Aguirre es consciente de la delicada situación en la que se encuentra, como se desprende de las declaraciones que efectuó tras caer el domingo en Cornellà ante el Sevilla. “Esto es fútbol. Y la crítica forma parte del fútbol”, vino a reconocer el mexicano. Los resultados deciden y si las derrotas siguen acumulándose será destituido. El parón liguero por los compromisos internacionales favorecen, en esta ocasión, tanto al club como al entrenador. La entidad puede analizar mejor los pros y contras de posibles candidatos y Aguirre trabajar con más soltura para volver al sendero correcto.

Vallecas será clave. Una derrota contra el Rayo de Paco Jémez –precisamente una de las opciones que contemplaron los dirigentes espanyolistas cuando se valoraba la renovación de Aguirre– dejaría al actual preparador perico en una situación límite. Dependería de lo que ocurriese en la siguiente jornada, contra la Real Sociedad en Cornellà/El Prat. No hay una decisión tomada, pero la opinión mayoritaria es que dos derrotas más acabarían con la etapa de Javier Aguirre en el banquillo del Espanyol. El mexicano está en estos momentos en la picota.