Harry no dimitió y no hubo partido en El Sardinero

La Real Sociedad, rival del Barça por el plante del Racing

La plantilla del Racing dijo basta. Después de que el presidente Angel Lavín 'Harry' no dimitiera, se negaron a jugar contra la Real Sociedad, que será el rival del Barça en las semifinales de la Copa del Rey

Lluís Payarols

La escenificación fue perfecta. Los jugadores del Racing y de la Real Sociedad saltaron al terreno de juego, el árbitro Gil Manzano pitó el inicio y el once cántabro se abrazó en el centro del campo y el resto de la plantilla, junto al banquillo. Mientras los futbolistas de la Real Sociedad movían el balón en su terreno de juego. Después de que un jugador donostiarra lanzara el balón fuera de banda, el árbitro preguntó al capitán local, el portero Mario Fernández, si querían sacar. El meta dijo que no y Gil decretó la suspensión del encuentro.

Fue el colofón a una jornada triste que, en el aspecto deportivo, acaba con la Real Sociedad clasificada para las semifinales de la Copa del Rey. El Barça espera al equipo de Jagoba Arrasate, que visitará el Camp Nou el próximo miércoles (22.00 horas) y disputará la vuelta en Anoeta una semana después.

La plantilla del Racing, que había perdido 3-1 en la ida en San Sebastián y tenía alguna opción de remontar, cumplió lo que anunció. No iba a disputar el partido contra la Real si la junta directiva presidida por Angel Lavín, popularmente conocido como Harry, no presentaba su dimisión. Tras una jornada llena de rumores, presuntas visitas presidenciales a una notaría y presencia incluso del presidente de la AFE, Luis Rubiales, dando su apoyo a los jugadores racinguistas, no hubo dimisiones y los de Paco Fernández, de acuerdo con su rival, ejecutaron lo previsto.

Ahora será la Federación Española quien comunique oficialmente el castigo al Racing por su 'no partido'. Además de darle por perdida la eliminatoria, posiblemente excluya de la competición al club en la próxima edición. Pero en Santander la afición está con unos futbolistas que llevan cuatro meses sin cobrar y en una situación esperpéntica. La grada aplaudió a los jugadores cántabros y les obligó a salir de nuevo al césped después de que lo abandonaran, al tiempo que atronaban los gritos de "dimisión, dimisión" dirigidos a un palco vacío, sin Harry. El futuro sigue siendo una incógnita pero el vestuario del Racing, el mismo que echó de la Copa a Sevilla y Almería además de ser líder del grupo 1 de la Segunda B, alzó la voz como nunca.